Los servicios de recepción del Hospital Sant Pau de Barcelona y del ambulatorio Sardenya solicitaron a un joven inglés que acudió a urgencias que pagase 600 euros para ser atendido, tras sufrir un accidente en bicicleta. Mathew Wintercross, de 27 años y que reside en Barcelona desde agosto, mostró su "sorpresa" por esta respuesta, aunque se fue de ambos centros sanitarios sin presentar una reclamación porque desconocía cuáles eran sus derechos como extranjero.

El pasado sábado, Wintercross volvía a casa en bicicleta, cuando un freno se rompió y cayó al suelo golpeándose el codo derecho. Dos días después, debido al dolor que sentía, acudió por la mañana al centro de Atención Primaria Sardenya y, ante el mensaje de que debía pagar para que le practicaran una radiografía y le viera un doctor, repitió la operación por la tarde en el Sant Pau, donde recibió la misma respuesta. "No entendía qué estaba pasando y me sentí enfadado", reconoció, porque pensaba que ser ciudadano de la UE era suficiente garantía para recibir atención médica pero, en su caso, no llevaba encima la tarjeta sanitaria del sistema británico que así lo acredita.

Fuentes del Hospital Sant Pau atribuyen este caso a un "malentendido" originado en recepción, dado que todas las personas tienen derecho a ser atendidas en el servicio de urgencias en cualquier centro sanitario. Wintercross acudió el miércoles al Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona, donde fue atendido y donde le prescribieron utilizar un cabestrillo durante dos semanas y un tratamiento para el dolor, tras constatar un daño en los ligamentos del codo.