Cuatro de cada diez farmacias en Galicia sobreviven en el umbral mínimo de facturación tras los sucesivos ajustes del Gobierno, que abarataron los medicamentos (con prescripción de genéricos en lugar de la medicina de marca) y desfinanciaron 400 fármacos que parte de los pacientes han dejado de comprar. Las medicinas despachadas con receta provocaron una merma de la facturación de las boticas tras los ajustes de los precios de referencia implantados por el Gobierno. Además, la exclusión del sistema público de salud de parte de las medicinas hace que muchos ciudadanos las consideren prescindibles y la contención en el consumo de muchas familias también mermó la actividad en los productos de parafarmacia. Todos estos factores han derivado en un desplome de la facturación del 40% de las boticas de Galicia, mientras que antes de iniciarse la crisis solo uno o dos de cada diez farmacéuticos llegaron a cuestionar la rentabilidad de su despacho en algún momento.

Existe un umbral mínimo de ventas con el que se enciende la luz roja de riesgos en la rentabilidad de una farmacia. Si hace una década era casi impensable para la mayor parte de las boticas sobrepasar líneas rojas o imaginar apuros para llegar a fin de mes, en la actualidad el sistema ha cambiado y casi la mitad de las farmacias gallegas han visto disminuir su facturación hasta niveles poco tranquilizadores. Cuando una botica factura más de 37.500 euros al mes tiene que devolver al Sistema Nacional de Salud (SNS) una parte de su ganancia, proporcional (por tramos), en función del volumen de beneficios. Si su facturación por ventas totales es inferior a esa cantidad la botica queda exenta de la aportación.

Desde 2009 se ha duplicado el número de farmacias exentas de devolución, indicador que, lejos de ser esperanzador, deja entrever que el subsector farmacéutico está peor que antes y no se escapa a la crisis. Los pasos hacia un escenario menos positivo se iniciaron en 1996, con 29 normas con efectos directos en la profesión y en los últimos ejercicios (desde 2010) cuatro reales decretos ley sobre el precio de fármacos. En la caída del margen de ganancia, ligada a la menor facturación, también tienen que ver las aportaciones económicas al SNS por deducciones (ventas y precios de medicamentos que realizan).

De las 1.345 farmacias que hay en Galicia, 546 están en el umbral mínimo de ventas, por lo que no aportaron nada en 2013 al SNS. Son prácticamente el 40% mientras que las 799 restantes todavía se ubican en tramos de ventas considerados rentables para el sector. Significa que cuatro de cada diez no son autosuficientes en términos financieros, es decir, no podrían acometer nuevas necesidades económicas tirando de recursos propios. Según apunta el propio sector, en términos medios la normativa de abaratamiento de los fármacos supuso una caída de la facturación "de entre el 25% y el 40% en función de la botica".

De ese medio millar de boticas al límite en facturación, una parte sobrevive al día a día sin realizar inversiones ni afrontar gastos a mayores y, otra parte, está en apuros económicos de modo que no se descarta que entren en concurso de acreedores con riesgos de quiebra y cierre. El propio sector calcula que son unas 70 las que viven una situación complicada; en concreto, en la provincia de Ourense, son unas 20 las que se plantean su viabilidad a corto plazo, de ellas, cinco en concurso de acreedores.

En la provincia de Pontevedra, 158 de las 428 boticas en activo quedaron excluidas de la aportación por beneficios, mientras que en 2009 fueron 88 las que no aportaron (un 20% del total). Las 270 farmacias que sí contribuyeron con su cuota devolvieron al Gobierno 7,4 millones de euros, cantidad que en 2009 fue algo más del doble: 15,4 millones. En términos porcentuales, un 37% de las boticas pontevedresas se sitúan en el umbral mínimo.

La devolución de las farmacias que sí reintegran parte de sus beneficios al SNS oscila entre los 27.0000 y los 29.000 euros por despacho en Galicia, mientras que en el ámbito nacional la media de devolución está en los 20.000 euros. La provincia de A Coruña es la que presenta menos tasa de farmacias excluidas de la aportación de beneficios, un 35,6% del total (196 despachos de 550 que constan en la provincia coruñesa). En Ourense, de las 185 oficinas de farmacia, 113 lograron devolver parte de lo facturado, en total, 3,3 millones de euros. Quizás la provincia de Lugo registre un balance más negativo, con un 66% de las 182 boticas de la provincia excluidas de la aportación por facturación. Sin contar con lo aportado por las lucenses, la aportaciones de las boticas gallegas al SNS en 2013 superaron los 20 millones de euros.