María Soto Álvarez, la modista que vistió al gran pintor Salvador Dalí, celebra hoy su 104 aniversario en Residencial Tomiño (Pontevedra), donde vive desde hace tres años. Pocos saben que ella fue la costurera con manos de oro que confeccionó durante décadas con fina tela de batista toda la ropa interior -camisolas largas para dormir, calzoncillos- y las camisas de vestir que ponía el excéntrico personaje fallecido en 1989 y enterrado en el Museo Dalí de Figueres (Girona) con una de las camisolas de batista que ella misma cosió a mano. "Tengo 104 años ¡ya son años!" comenta con su hija Josefina, con Mar Vilasó (supervisora) y Marta Moure (animadora).

La anciana está feliz en Tomiño, hasta donde la trajo su hija Josefina Álvarez Soto, nacida en Pontevedra y funcionaria jubilada de Telefónica. Mantiene la conversación con dificultad, debido a la falta de audición, pero aún así recordaba ayer perfectamente que le hacía las prendas interiores a Dalí cada vez que tenía un acto público. "Me pagaban entonces 104 pesetas por cada pieza que a veces me llevaba cuatro meses de trabajo", recuerda.

María recibía los encargos de Dalí desde un comercio de Figueres donde se surtía el famoso personaje. La costurera, también nacida en esta localidad, fue elegida por él mismo por el cuidado y estilo con que cosía las prendas para las que utilizaba batista, una tela muy suave. "Hice para el artista camisolas largas para dormir, calzoncillos y camisas de vestir", explica. "Las camisolas tenían la abertura por detrás, con 33 hojales y 33 botones de color blanco". Nunca llegó a hablar con él, pero sí acudió en enero de 1989 hasta la capilla ardiente instalada en Torre Galatea de Figueres, donde comprobó que el cuerpo embalsamado del pintor llevaba la ropa hecha por ella. Y es que durante su enfermedad vivida en su castillo de Púbol, Salvador Dalí se vestía solo con el camisón.

El recuerdo que tiene la modista sobre su curiosa relación con el genial creador, sigue permanente en su memoria centenaria. Con su hija Josefina acudió a actos donde Dalí exhibía su excéntrica personalidad al público. Esa vinculación le hizo protagonista más de una vez en televisiones catalanas.

María Soto vivió sola en su casa de Figueres hasta cumplir los 101 años. Se cuidaba de alimentación, hasta que la salud comenzó a quebrarse. En la residencia de Tomiño utiliza ahora una silla de ruedas debido al estado de su cadera, pero eso no es impedimento para que siga pendiente de su apariencia impoluta y del arreglo de sus manos. Va a fisioterapia, participa en actividades, dibuja, tiene a Luis como compañero de brisca y con su hija se suma también al bingo. La petanca, toca los jueves. Además sigue cosiendo y le gusta cantar.

Hoy alegrará su cumpleaños el grupo Trebón dos Xidos y habrá pastel con velas, regalo del Concello y una placa de la residencia por ser la persona de edad más avanzada que ha acogido hasta ahora.

Salvador Dalí Domenech es uno de los pintores españoles más conocidos en el mundo y se considera como uno de los máximos representantes del surrealismo expresado desde la pintura, escritura, escultura o grabado.

Muchacha en la ventana es uno de los cuadros más conocidos, de estilo realista, anterior a su etapa de surrealismo. Su esposa Gala, fue también su musa, como se aprecia en cuadros como Galatea de las Esferas. El personaje compró el castillo de Púbol (Girona) que después decoró para Gala.