Una paciente holandesa ha recibido un implante completo de cráneo, creado con un material compatible con su organismo y obtenido a través de una impresora de 3D, según informaban ayer varios medios digitales. La paciente, de 22 años, sufría una enfermedad que provocó que el grosor de los huesos de la cabeza aumentase en cinco centímetros. Los médicos decidieron sustituir toda la caja ósea porque ya empezaba a presionar su cerebro.

"La mujer tenía problemas de coordinación, fuertes dolores y sus facciones comenzaban a deformarse. Que perdiera otras funciones cerebrales era cuestión de tiempo", señala el neurocirujano jefe del Hospital Universitario de Utrecht en el que se le operó hace ahora tres meses. La joven está totalmente recuperada y ya se ha incorporado al trabajo con normalidad.