El 'soltero de oro'. La noticia de que el sempiterno soltero de oro George Clooney -al que las novias le duran menos que a Kiko Rivera, aunque según la rumorología por distintos motivos- vaya a pasar por el altar no está en el enlace en sí. Lo verdaderamente llamativo es que apostara, y perdiera la apuesta. Casarse le va a salir muy caro a Clooney, anillos, velos, tartas y luna de miel al margen. Unos cien mil euros ya antes de publicarse las amonestaciones. Dice Le Point que George se había jugado con sus amigas actrices, quizá aburridos entre Óscar y Óscar, a que no cambiaba de estado civil ni en una noche loca en Las Vegas. Michelle Pfeiffer puso 60.000 euros sobre la mesa. Nicole Kidman, 25.000 en la casilla de bodorrio. Y Sandra Bullock -esa por cuya causa el galán se perdió en el espacio antes que estar con una mujer de su misma edad a decir de Amy Poehler y Tina Fey en los Globos de Oro-, otros 12.500. Igual, por el pico gastado, el actor termina sentando la cabeza con Amal. Al fin y al cabo, torres más altas han caído. Kiko sigue soltero y sin compromiso, claro, pero su hermano Fran parecía reticente y ya prepara la tercera.

Audiencia papal. Como ya despachó asuntos de Estado -léase Bárcenas- con Mariano Rajoy, como ya se codea con otros autores de bestsellers, como ya conoce a Felipe y Letizia, ahora se ha propuesto subir a los altares. El primer paso es conocer a otro príncipe, éste de la Iglesia católica. Belén Esteban trama pedir audiencia al papa Francisco. Lo debe de ver muy del pueblo, como ella misma. Ya dijo Tamara Falcó que es la pera. La solicitud, es verdad, no sigue los cauces protocolarios habituales. En lugar de dirigirse al "bello George", el secretario papal, la mujer se ha valido de su hábitat natural, la "pantalla amiga" de Telecinco. Su compañera Karmele Marchante le sugirió como intermediaria a la periodista Paloma Gómez Borrero, con lo tranquila que estaba ella. Pero no será necesario. Pitita Ridruejo bien podría mediar.

Miami. Se va Marta Sánchez. Cruza el charco. Se ha comprado casa en Miami. Sigue la estela de ilustres como Chabeli Iglesias o Ana Obregón. A Marta en España no la entienden. Ya se vio en Tu cara me suena. Al otro lado tampoco. En la versión argentina del mismo programa una concursante imitó a la cantante española y una integrante del jurado, una especie de sosias de Mónica Naranjo, le dijo: "Estás increíble, linda, mona. Hiciste lo que ella hace? Nada". Tampoco a los que le antecedieron les fue del todo bien. A Yola Berrocal, recién llegada, en la televisión de Miami le echaron 60 años, y Víctor Sandoval se tuvo que volver después de que le picara una araña. Y de aquellos polvos vinieron estos lodos.

Mamás Isabel. Las revistas y los programas con más corazón homenajean en vísperas a las madres, sí, pero sobre todo a las mamás Isabel. Por ejemplo, a Chabelita, a la que erigen, exclusiva mediante, como uno de los nuevos emblemas de la maternidad, una diosa de fertilidad contemporánea. Y de paso, aunque ausente, a Isabel Pantoja, la madre de la madre. A Isabel Preysler, por supuesto, por boca de su hija, cómo no. Porque mamá está más radiante que nunca, espectacular, e incluso "todas las cosas le quedan mejor que a Ana y a mí". De paso descubre que la casa con más baños de toda España es en realidad un centro de I+D+i. "Todas las chicas en casa estamos todo el día investigando", afirma Tamara. Mascarillas de yogur, antiojeras de aguacate, bótox en los cereales, etc, etc.

Cuartos al pregonero . El pregonero fue una figura histórica en los pueblos de España. Ahora, mayormente, se circunscribe a los festejos populares. Hay muchos pueblos en España, y mucha fiesta que pregonar. Chayo Mohedano igual se profesionaliza en el pregón. En apenas unos días se encargó de dar comienzo a las Fiestas de Primavera de Cobeña, las Fiestas del Cristo del Amparo, y en Ambite, dos localidades madrileñas. Por supuesto que su madre, la excuñada de Rocío Jurado, la exmujer de Amador Mohedano, Rosa Benito, acudió a ambos pregones e incluso Belén Esteban se sumó en el segundo. Algunos ya la llaman "la pregonera de España". Pero como la sangre tira, Chayo aprovecha cada vez que la suben a un balcón consistorial para arrancarse a cantar, que si una salve rociera, que si una canción de la tía. Ignoro si el pregón festivo es desinteresado o gratificado. De ser así, habrá subido el caché, confío, máxime si es musicalizado. Antaño, la divulgación de una nueva a petición de un particular se pagaba a razón de una moneda de un cuarto, lo que venía siendo cuatro maravedís de vellón. Y con eso Rosario, que tiene familia numerosa, poco va a poder hacer.

El nombre de Amstelveen quizá no les diga nada. Es una ciudad-dormitorio holandesa próxima a Ámsterdam. Por allí discurre el río Amstel, que quizá les suene más. El alcalde de Amstelveen ha puesto su villa en el mapa. Y su mano en las reales derrières, o al menos en las proximidades, de su reina y la de todos los Países Bajos. Cuando el país de los tulipanes celebraba el 47 cumpleaños del marido de su alteza susodicha, al hombre se le deslizó el miembro, a la extremidad me refiero, al ir a dar paso a Máxima y la galantería se tornó grosería. Por fortuna estamos en el siglo XXI y los nuevos soberanos son otra cosa. En tiempos pretéritos por menos de eso te cortaban la cabeza. El azorado -presupongo- munícipe amstelviano -el gentilicio también lo imagino- se apresuró a desmentir la indiscreción, achacándolo a un efecto óptico. Una sombra, una ensoñación, uno de esos fenómenos en los que el ojo engaña a la mente, como aclaró nuestra casa real cuando a la princesa Letizia la fotografiaron con brackets y a su suegro, el Rey, con el ojo amoratado. "Podía haber un centímetro entre nosotros". Un centímetro. La máxima mínima distancia exculpatoria. En la tierra de los quesos de bola.