Originario de Brasil e hijo de emigrantes de Galicia y Cataluña, Mario Costeja denunció que en 1998 un periódico español de gran tirada publicó dos anuncios sobre una subasta de inmuebles relacionada con un embargo derivado de deudas a la Seguridad Social, que luego se digitalizaron por Google. Ayer desde A Coruña, donde vive, calificó de "hito" el hecho de que la Justicia acceda a retirarlos.

-¿Es usted el Robin Hood del derecho al olvido?

-Yo nunca he defendido el derecho al olvido, sino la supresión de datos. Es distinto: se trata de borrar formas abusivas en la vida privada, respecto a la honra y la dignidad de las personas.

-Ha dicho que usted ya ha defendido la libertad de expresión ante "los grises".

-La he defendido y la defiendo. Por eso, para mí la barrera está entre la supresión de datos y el derecho al olvido. Una cosa es el ataque deliberado contra el honor de una persona que, excusándose en el anonimato pueda decir cualquier cosa y que merece la supresión de datos, porque no es libertad de expresión para mí. Y otra, que un político vaya a la caja, lo condenen y luego solicite su derecho al olvido, por ejemplo.

-Su demanda fue por un anuncio...

-Era un anuncio de obligado cumplimiento que tenía que salir en prensa publicado, pero luego, cuando se digitalizó el archivo fue indexado en Google. Yo no era deudor, era copropietario de un bien embargable. Eso es público y se puede comprobar en la Seguridad Social.

- ¿Se siente victorioso?

-Después de tantos años de defender una idea, que te den la razón da satisfacción. Sienta precedente y además, no cabe posibilidad de recurso.

-Se trata de un hito en la defensa de la privacidad.

-Es un hito, un camino pionero porque antes no había reglas de juego y la gente no sabía a dónde dirigirse, a Estados Unidos o a dónde...

-Google es una buena herramienta, ¿no cree?

-Para mí, Google siempre ha sido una gran herramienta y ahora es perfecta. Porque hay unas reglas de juego que no han afectado en lo que es el buscador, pero si el ciudadano ve afectada su honorabilidad y la información es falsa, la pueda retirar. Una persona a la que le subastan la casa, ¿va a estar ahí toda la vida por eso? Yo creo que no.

-Los expertos prevén un aluvión de nuevas demandas.

-Supongo que por lo gigante que es, muchas personas se han echado atrás y ahora se verán más casos.

-Google debe de tener unos gabinetes jurídicos impresionantes. De ahí la hazaña.

-Tiene unos lobbies tremendos y Google es la agencia de publicidad más grande del mundo, que mueve 60.000 millones de euros al año ¡Imagínate el poder y fuerza que podrá tener! Hemos puesto el granito de arena para que las cosas se puedan ir regulando.

-¿Se ha sentido amparado por la Agencia Española de Protección de Datos?

-Totalmente. Me dio la razón en su primera instancia y ha sido parte esencial del éxito.

-¿Don erre que erre?

-Yo lo diría de otra manera: resistir es ganar. Esa es mi parte gallega, la de la perseverancia.

-¿Esto cierra el capítulo?

-Yo lo doy por cerrado; he hecho lo que tenía que hacer.

Desde evitar que al introducir su nombre en un buscador lo primero que salga sean delitos o embargos recogidos en boletines oficiales hasta eliminar comentarios negativos en foros o blogs creados únicamente para menoscabar la imagen y el honor de personas de negocios o cerrar webs en las que un ex se ha dedicado a colgar fotografías comprometidas. Estos son las principales demandas que los ciudadanos realizan a las empresas especializadas en borrar datos privados de la Red como eprivacidad.es. Los gallegos no son quienes más reclaman su derecho al olvido, pero desde 2011, esta empresa contó con 180 peticiones desde Galicia. "En la actualidad tenemos una veintena de casos de gallegos aún sin resolver", señalan desde eprivacidad.

El protocolo de estas empresas es siempre el mismo. Lo primero es contactar con las webs que tratan los datos personales - "que no siempre coinciden con quien lo publicó", indican- para solicitarles que retiren los contenidos que dañan al cliente. Si no acceptan se inician acciones legales a través de la justicia o en la Agencia Protección de Datos. Pero no siempre se puede borrar una información que aparece en la Red -por ejemplo, un comentario negativo en un blog convencional- y es aquí cuando los expertos diseñan una serie de estrategias para que estos datos no aparezcan en los primeros puestos al hacer la búsqueda.