La medicina de familia y comunitaria es la menos apetitosa para los futuros facultativos ya que, una vez aprobado el examen MIR, y cuando llega el momento de elegir plaza para realizar la especialidad y escoger destino, dejan plazas libres. Así lo indican las estadísticas: incluso tras una segunda vuelta en Galicia han quedado este año ocho puestos desiertos (tres en Ourense, tres en Lugo y dos en Ferrol). En el conjunto de España no se han cubierto un total de 108.

Incluso en la actual situación del mercado laboral, quedan libres puestos para formarse como médico de familia, rama que muchos teóricos definen como la esencia de la profesión médica. La especialidad, con formación retribuida como facultativo MIR (médico interno residente), son cuatro años: "los tres primeros combinando hospital y ambulatorio y el cuarto ya en el centro de salud", explica el portavoz de la Asociación de Médicos de Familia de Galicia, Jesús Sueiro. "Sucede que no se cubren con el interés que a nosotros nos gustaría, incluso en el contexto actual. Es una cuestión de prestigio, supongo, que nace ya en la facultad. La inmensa mayoría de los futuros médicos, que terminan la carrera, quieren las especialidades hospitalarias; desde siempre la medicina familiar no despierta tantas vocaciones como los servicios hospitalarios", argumenta Sueiro. Según sus palabras, A Coruña, Santiago y Vigo suelen cubrir todas la plazas que sacan para residentes pero Ourense o Lugo, no.

Para el sector supone un problema porque al no tener médicos en formación tampoco se asegura un relevo especializado y con la formación necesaria. Añade el portavoz de los doctores de centros de salud de Galicia que parte de los que eligen medicina familiar "no acaban la formación y al año de estar como residentes repiten el examen MIR para ver si consiguen más nota que en la anterior ocasión para así poder optar a la especialidad deseada en hospital". Expresa también el colectivo médico que es la especialidad con mayor número de plazas: según las estadísticas, de los más de 6.000 puestos MIR en todos los complejos hospitalarios del país, más de 1.600 son de medicina de familia.

Para la Asociación de Médicos de Familia es más extraño que queden vacantes en el actual contexto, teniendo en cuenta que hay residentes que repiten el MIR una vez terminada la especialidad si no hay puestos para quedarse en el departamento.

Asturias, con un 65% de cobertura de plazas MIR en Atención Primaria, es la comunidad en la que menos éxito tiene la medicina de familia para los nuevos galenos, si bien numéricamente son 17 plazas para médicos internos residentes las que quedaron este año sin cubrir. Con la oportunidad de la segunda vuelta, ya que se repitió la adjudicación, en Extremadura quedaron vacantes el 44% (19 plazas).

Castilla y León encabeza la lista, con 24 puestos de médico interno residente sin completar, y en Cataluña han sido 22. Galicia ocupa la quinta posición en el número de plazas desiertas, con ocho puestos vacíos, lo que supone, en porcentaje, un 9% del total.

En la otra cara del ranking se ubican Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana, autonomías que sí han logrado este año llenar el cupo de residentes.

El año 2012 fue el primero en el que Medicina Familiar logró cubrir todas las plazas en primera vuelta. En 2013 quedaron 243 puestos para segunda adjudicación y 387 en 2014.