Los estados miembros participantes en la Asamblea Mundial de la Salud que se está celebrando estos días en Ginebra (Suiza) han aprobado un marco mundial de vigilancia sobre la mortalidad materna e infantil y se han comprometido a combatir los problemas de nutrición que se prevén para los próximos años, entre los que destaca el progresivo aumento del sobrepeso infantil. Los participantes en el encuentro también han dado luz verde a una resolución que pide el desarrollo e implementación de políticas públicas multisectoriales destinadas a reducir la incidencia y morbilidad de la hepatitis, que se cobra anualmente la vida de 1,4 millones de personas.