El psicólogo José Cardama advierte que cada vez se encuentran más niños con dificultades en las habilidades sociales. "Este tipo de trastorno, que a veces se confunde con autismo o síndrome de Asperger y no lo es, se ha disparado en los últimos años hasta llegar a uno de cada ochenta niños". Para propiciar las relaciones sociales, el psicólogo apuesta por los campamentos. "Si son niños pequeños, menores de 8 años, mejor los urbanos, en los que van a comer y dormir a casa", destaca. "Los campamentos son una muy buena opción para que los niños estén al aire libre, prueben nuevas actividades y practiquen las que les gustan y conozcan", añade el psicólogo.

Elegir bien el campamento más adecuado para cada niño es también la recomendación del orientador Paulino Iglesias. "Lo primero de todo hay que cerciorarse de que realmente el niño quiere acudir a uno; algunos lo pasan realmente mal y todo lo beneficioso se convierte en perjudicial", advierte. Para los niños con mayores dificultades, aconseja campamentos en espacios que ellos ya conozcan, "como la propia escuela, que les dará más seguridad", o que acudan con algún primo o compañero. Y atender a la diversidad. "Hay campamentos de todo tipo; no a todos los niños les gusta el fútbol, por lo que hay que buscar lo más adecuado para cada uno", añade Iglesias.

La profesora Chus Iglesias, por su parte, apuesta también por la importancia de la socialización en el verano. "Hay muchos hijos únicos y es importante que no pierdan el contacto con otros niños de su edad; cualquier actividad, incluso el sencillo parque, les sirve para reforzar la parte social, que es esencial para ellos", destaca Iglesias.

"A la vuelta de las vacaciones notamos mucha diferencia entre los niños que han disfrutado del tiempo y han aprovechado para aprender cosas junto a sus familias y con otros niños respecto a los que no lo han hecho", asegura la docente.