Siete de cada cien hogares con hijos en Galicia sufren pobreza severa, un total de 18.000 familias, según el estudio realizado por la Consellería de Benestar para cuantificar el impacto que la crisis económica está teniendo sobre la población infantil. En su diagnóstico revela que con carácter general en el ámbito urbano hay más riesgo de pobreza que en el rural e identifica cinco zonas con mayor concentración de familias en situación de penuria económica: A Costa da Morte, Barbanza-Noia, Caldas-O Salnés, Vigo y el sur de Pontevedra. La directora xeral de Familia, Amparo González, advirtió, además, de que "no hay casos significativos de desnutrición", aunque sí de mala nutrición. En todo caso, aclaró que solo el 0,4% de los hogares gallegos -unos 4.100- no pueden acceder a una comida de carne, pollo o pescado por lo menos cada dos días.

El porcentaje de familias con dificultad para acceder a ciertos alimentos con la frecuencia recomendada está en Galicia, en todo caso, siete veces por debajo de la media de España. "Hay que tener en cuenta que los problemas de malnutrición pueden darse incluso en una familia con recursos que simplemente tiene malos hábitos alimenticios", aclaró Amparo González.

No permitirse comer carne, pollo o pescado por lo menos cada dos días es solo uno de los nueve indicadores que se utilizan para medir la "carencia material severa", que es el indicador que utiliza la Xunta para cuantificar el número de hogares afectados por la pobreza. También se valora si las familias se van de vacaciones al menos una vez al año, si tienen calefacción, si pueden hacer frente a gastos imprevistos, si pagan con puntualidad las facturas, tienen coche, teléfono, televisor en color o lavadora. Según la directora xeral, la carencia más extendida entre los hogares gallegos es que "no pueden permitirse ir de vacaciones por lo menos una semana al año". Cuando un hogar sufre déficits en al menos cuatro de estos ítems entonces se considera que sufre pobreza severa.

En Galicia estarían en esta situación el 7,45% de las familias con hijos -el 4,1% del total de hogares gallegos-. Las provincias con más pobreza severa son Ourense (el 8,16% de los núcleos con menores) y Pontevedra (el 8,02%). Por el contrario, en Lugo la penuria económica severa quedaría reducida al 7,4% y en A Coruña a solo el 6,6%.

El rural, más pobre

En conjunto, Benestar concluye que en el rural la pobreza es menor y lo achaca, por un lado, a una mayor presencia y apoyo de la familia incluyendo los abuelos que aportan su pensión. Pero también ayuda el autoconsumo alimentario con la aportación de productos procedentes de las huertas y además hay una mayor proporción de viviendas en propiedad sin hipoteca.

En el estudio elaborado por el departamento de Beatriz Mato se constata además "un aumento del riesgo de pobreza" debido a la crisis económica. Según los expertos consultados por Benestar, en los últimos años se ha apreciado un cambio en el perfil de las personas usuarias de los servicios sociales puesto que se ha registrado un incremento de familias que acuden por primera vez a pedir ayuda.

Son las familias con hijos las que tienen más riesgo de caer en la pobreza. Si se utiliza la tasa Arope -que tiene en cuenta ingresos por debajo de la mediana, carencias materiales y baja intensidad del trabajo- el porcentaje de población gallega en riesgo de pobreza es del 23,6% y este porcentaje sube al 27,4% en hogares con menores de 16 años.

En cualquier caso, la directora xeral de Familia resaltó que Galicia está relativamente en mejor situación que el resto de comunidades autónomas e incluso que el resto de países de la UE.

En la comunidad gallega el 26% de los hogares con menores de 18 años están en riesgo de pobreza, dos puntos menos que la media de Europa y casi ocho puntos menos que en España. "Somos la quinta comunidad autónoma con menor riesgo de pobreza", señaló Amparo González.

Pero además, según la directora xeral de Familia, Galicia es la segunda comunidad autónoma con menor desigualdad de ingresos entre los gallegos. En la autonomía gallega el 14,7% de la población ocupa el estrato económico más bajo según sus rentas, frente al 16,9% de los más ricos. Por contraposición, comunidades como Navarra tienen menos del 14 por ciento de población en el escalafón económico más bajo pero tienen un 34,4% de ciudadanos adinerados.

El estudio de la Consellería de Benestar se realizó consultando bases estadísticas y recabando información de campo entre las guarderías así como pidiendo la opinión de expertos. Sus conclusiones servirán para diseñar nuevas medidas contra la pobreza que se incluirán en la nueva Estrategia Galega de Inclusión Social que prepara la Xunta.