Los pioneros de la fotografía no habrían dado crédito a la sencillez con la que hoy en día cualquier persona puede inmortalizar su imagen. Robert Cornelius, un químico y pionero estadounidense de la fotografía, realizó un daguerrotipo de sí mismo en 1839, que además de ser el primer autorretrato fotográfico es uno de los primeros retratos fotográficos de personas. Puesto que el proceso de captura de una fotografía de estas características requería un tiempo de exposición muy grande, tuvo tiempo de sobra para destapar el objetivo de la cámara, tomar la fotografía durante un minuto o más, y volver a tapar la cámara. En el reverso escribió: "The first light picture ever taken. 1839" ("La primer fotografía lumínica jamás tomada. 1839").

La aparición de la cámara de cajón portátil Kodak Brownie en 1900 hizo del autorretrato fotográfico una práctica extendida. Se solían realizar con la ayuda de un espejo y de un objeto o trípode donde estabilizar la cámara, en la que se encuadraba la imagen con ayuda de un visor situado en la parte superior del aparato.

A la edad de 13 años, en el año 1914, la rusa Anastasia Nikoláyevna se convirtió en la primera adolescente en realizar un autorretrato fotográfico, y lo hizo con la ayuda de un espejo. En la carta que acompañaba a la fotografía, la niña explicaba: "Hice esta fotografía yo misma mirándome al espejo. Fue muy difícil ya que mis manos estaban temblando".

Poco o nada les tiemblan las manos a los miles de adolescentes que fotografían actualmente su vida, paso a paso y a diario, y cuelgan después sus imágenes en la Red.

Para muchos de ellos ya no sirve con hacerse un simple autorretrato, sino que ahora compiten para conseguir las poses más originales, rozando en ocasiones los límites de la cordura. Las llamadas "selfies extremas" -en las que los jóvenes se fotografían a elevadas alturas y que se han convertido en un pasatiempo de la juventud de Rusia- han sido catalogadas como un desorden mental. Recientemente una joven de 17 años que intentaba tomarse una de estas imágenes murió al caer de un puente de nueve metros de altura.

Rozando esta vez los límites de la privacidad se encuentra otra variante de las clásicas selfies, las llamadas "selfies después del sexo o "aftersex selfies", que proliferan en los últimos meses entre los adolescentes después de que la cantante Miley Cyrus abriera la veda.

Y dentro de estas selfies subidas de tono se encuentran también las llamadas underboob, otro tipo de selfies que consisten en fotografiarse la parte inferior de los pechos en las que se trata de insinuar lo justo, sin enseñar demasiado. La cantante Rihanna, la modelo Suki Waterhouse y, de nuevo, Miley Cyrus, son algunas de las famosas que las han puesto de moda entre las adolescentes.

Nada que ver con la candidez de Anastasia Nikoláyevna.