Aunque si "pudieran elegir" el porcentaje de gallegos que acudiría antes a un médico de atención primaria del sistema público que a uno privado supera el 82% -es el más alto del Estado tras el de Aragón-, los residentes en Galicia se sitúan entre los más críticos a la hora de puntuar su grado de satisfacción con el funcionamiento de la sanidad pública. La nota que le otorgan es de un 6,07 sobre diez, la tercera más baja del país, después de canarios, con 5,70; y extremeños, con un 6,03. Así lo refleja el Barómetro Sanitario 2013 realizado por el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas.

Pese a que la sanidad pública supera a la privada si pueden escoger -los gallegos son los primeros del Estado a la hora de apostar por sus hospitales y sus urgencias-, la puntuación que la comunidad otorga al sistema sufrió su primer revés este año después de que la "nota" fuera elevándose desde el 5,52 de 2006 hasta el 6,47 de 2012. En todo caso, el 77,4% de los gallegos -once puntos más que la media estatal- opina que el sistema funciona bastante bien o bien aunque necesite algunos cambios, lo que ubica a Galicia como cuarta autonomía donde recibe más aprobación. Solo el 18% sugiere transformaciones fundamentales.

Lo más aplaudido en Galicia son las consultas de atención primaria, que reciben un 7,18 sobre 10, y lo que menos satisface son las urgencias, que se puntúan con un 6,32. Cuando el CIS entra a valorar aspectos puntuales de cada servicio, en lo tocante a hospitales, solo "suspende" el tiempo de demora para el ingreso no urgente, como ocurre en buena parte de las autonomías, aunque las puntuaciones de los gallegos están entre las más bajas cuando aluden a los cuidados por parte del personal médico y de enfermería o a la información que reciben de su problema. En lo que respecta a urgencias en hospitales, a la que recurren sobre todo por no coincidir su consulta con el horario del médico de cabecera (en un 63% de las ocasiones), destacan la rapidez.

En lo referente a la espera para la consulta con el facultativo de cabecera asciende a 1,99 días de media y es la cuarta más baja del Estado, igual a la de Euskadi. El aspecto peor puntuado en atención primaria es el tiempo que pasa hasta hacer las pruebas diagnósticas, lo mismo que se critica cuando se visita a un especialista, aunque en este ámbito se suma también el tiempo que tarda el médico en ver al paciente desde que pide cita: un 16% aguardó la última vez más de seis meses.

Precisamente en relación a las listas de espera, una tercera parte de los encuestados en Galicia dice ser consciente de que la Xunta está llevando a cabo acciones para aliviarlas -el porcentaje más alto del Estado-, pero solo un 8% cree que han mejorado el último año. La mayoría de la población considera que el problema "sigue igual" y lo mismo sostiene con respecto a la situación de los diferentes servicios sanitarios en comparación con el último lustro.

El objetivo de la encuesta es "conocer la opinión de los ciudadanos para tomar en consideración sus expectativas como elemento importante a la hora de establecer las políticas de salud". Una de las cuestiones que lanza es la del copago farmacéutico que aumenta la aportación del usuario. Más de la mitad de los gallegos no ve dicho sistema "más justo" que el anterior ni piensa que proteja a grupos sociales desfavorecidos.