El religioso español Miguel Pajares, de 75 años y de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, y la hermana Juliana de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, africana con nacionalidad española, se encuentran aislados junto a otros compañeros en el Hospital San José de Monrovia (Liberia) donde el pasado sábado falleció el director del centro, el hermano Patrick Nshamdze, a causa del virus del ébola. Una enfermedad que, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, se ha cobrado 887 vidas desde que el pasado 22 de marzo se iniciase un brote en África Occidental.

El hospital está cerrado desde el viernes y se encuentran aislados cinco religiosos y el administrador. Además de los españoles, permanecen en el centro un hermano de San Juan de Dios George, otras dos misioneras de la Inmaculada Concepción, Chantal y Paciencia, y el administrador del Hospital, Eugene, de nacionalidad ghanesa.

El hermano Miguel se encuentra mal y con "bastante fiebre", según indicaron ayer desde la ONGD Juan Ciudad, de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios. La misionera Chantal también ha desarrollado síntomas aunque se encuentran a la espera de que el gobierno envíe personal sanitario para hacerles las pruebas de ébola, que ofrecerán los resultados a las seis horas de realizarse. El Gobierno está llevando a los pacientes que dan positivo a un centro a las afueras de Monrovia, pero al estar el Hospital San José de Monrovia clausurado, ellos han pedido que en caso de tener el virus no se les traslade porque hay personal voluntario del centro dispuesto a atenderles. Por ahora, los religiosos están recibiendo tratamiento sintomático. Además, la ONG envió el viernes dos cargamentos aéreos con materiales hospitalarios para la protección y aislamiento del personal sanitario.

Por otra parte, la OMS señaló ayer que al menos 887 personas han muerto a consecuencia del brote de ébola que afecta al África occidental. La agencia internacional señala que 1.603 personas han contraído la enfermedad en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria. El país más afectado sigue siendo Guinea, con 385 fallecidos, mientras que en Sierra Leona y Liberia han muerto 273 y 255 personas, respectivamente.

Nigeria solo ha registrado una víctima mortal, un ciudadano de nacionalidad estadounidense y funcionario del Gobierno liberiano que perdió la vida tras llegar a Lagos. La OMS cifra en cuatro el número de casos en este país, de los cuales tres han sido catalogados como probables y uno como sospechoso.

Sin embargo, el balance de la agencia de las Naciones Unidas -con datos actualizados hasta el pasado viernes 1 de agosto- se habría quedado desactualizado con la información facilitada también ayer por el Gobierno de Nigeria, que ha confirmado que uno de los médicos que trató al primer fallecido en el país por esta enfermedad ha dado positivo para el virus.