La tasa de paro de los adultos españoles con estudios terciarios (FP de grado superior y Universidad) es del 14%, casi el triple que la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es del 5%, según el informe Panorama de la Educación 2014 de la OCDE, presentado ayer a nivel mundial, y en el que han participado 44 países. Aunque el documento indica que la tasas de paro en España son más altas, también advierte de que un título en educación terciaria no reduce el riesgo de desempleo tanto como en otros países de la OCDE (55% en España frente al 63% de media de la OCDE). Esta situación se da también en Estonia, Hungría, Irlanda, República Checa y República Eslovaca.

"Muchos jóvenes en España tratan de tener más estudios para protegerse del desempleo pero estos no les garantizan esta protección", advirtió el director de Innovación e Indicadores de Progreso de la OCDE, Dirk Van Damme, que presentó los resultados de España en este informe junto con la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio.

"¿Por qué un mayor nivel educativo en nuestro país no ofrece los mismos beneficios ni en términos de empleabilidad ni de ventajas salariales como en otros países?", se preguntó Gomendio, para inmediatamente responder que "los estudiantes, a medida que superan las etapas educativas, no están consiguiendo un buen nivel de competencias básicas, fundamentales para la empleabilidad".

Según Gomendio, los datos demuestran que la mayoría de los países son "más sensibles" en cuanto al nivel de competencias y destrezas que al nivel de estudios y que el "esfuerzo" económico que desde el año 2000 España ha hecho para incrementar la escolarización en Infantil o el acceso a la Universidad "no se ha traducido en una adquisición de competencias importantes para el nivel salarial y el desempleo". "Por tanto, la asignatura pendiente es la mejora de la calidad en las aulas", apostilló.

El informe señala que en 2011 España dedicó una media del 5,5% de su PIB a los centros educativos, cuando la media de la OCDE era del 6,1%). Aproximadamente el 0,9% del PIB se destinó a Educación Infantil (0,6% en OCDE), el 3,2% del PIB se destinó a Primaria y Secundaria (3,8% en OCDE) y el 1,3 % del PIB a la terciaria (1,6% en OCDE).

Gomendio recalcó que la inversión en educación pública en España es superior a la de otros países en todos los niveles y, en cambio, sólo el 12% de los universitarios están en los niveles más altos de comprensión lectora y matemática, cuando en Finlandia llega al 35%.

El estudio también apunta que hay una diferencia en la formación alcanzada por los adultos de más de un 20% con la media de la OCDE y ello es debido a las altas tasas de abandono escolar temprano y al poco porcentaje que sigue títulos de formación de grado medio. El informe revela que el 45% de la población española entre 25 y 64 años no había superado la Educación Secundaria Obligatoria en 2012. La media de personas que no han estudiado más allá de la educación secundaria en los países miembros de la OCDE es del 24%, frente al 45% que registra España.

España es uno de los seis países de la OCDE -junto a Italia, Portugal, Turquía, Chile y México- donde menos del 60% de la población entre los 25 y los 64 años tiene un nivel de estudios de Educación Secundaria de segunda etapa o Educación Terciaria (por encima de ESO), mientras que la media de la OCDE se sitúa en el 77%. Cabe destacar que el 64% de la población española joven, entre 25 y 34 años, ha alcanzado la segunda etapa de ESO, "lo que supone un aumento en comparación con la población española de entre 55 y 64 años", donde la tasa de quienes tan sólo cuentan con una formación académica inferior a la segunda etapa de ESO es del 35%.