Miles de personas de todas las edades asistieron ayer a la primera jornada del Festival de la Luz de Boimorto, que arrancó en Orros, el lugar de nacimiento de la cantante coruñesa y anfitriona de excepción Luz Casal, y que un año más ha demostrado cómo se cambian las modas, ya que aquí lo urbano llega a lo rural. Con este singular certamen, la intérprete no solo ofrece una serie de conciertos de los grupos más importantes del momento, sino que rinde una especie de homenaje a la aldea que la ha visto nacer, y lo hace durante dos días en los que están aseguradas grandes actuaciones. Ayer fue el turno de Sés, Fuel Fandango, Antonio Orozco o Spin Doctors mientras que Quique González, Los Secretos o Rozalén subirán hoy al escenario.

Pero este festival es más que eso, ya que se trata de un evento solidario y que está comprometido con el medio rural. Su artífice no duda en abrir, metafóricamente, "las puertas de su casa" y de su entorno para que el público pueda disfrutar, además, de la gastronomía de la zona y de un sinfín de actividades para toda la familia. Por ello, clanes familiares al completo -abuelos, padres, hijos e incluso bisnietos- acuden a esta original convocatoria marcada con rojo en el calendario, y llegan acompañados, únicamente, de un complemento imprescindible para la ocasión: el tradicional sombrero de paja que evoca una estética rupestre y campera. En esta edición, el dinero recaudado irá para la Asociación Española de Enfermedades Neuromusculares.