El Sergas mantiene recurrida una sentencia judicial que le obliga a dar el tratamiento por déficit de la hormona de crecimiento a un niño de Ourense, la misma patología que padece el menor por el cual intercedió la Reina y que consiguió la reapertura de su caso para analizar que la sanidad pública asuma su costa medicación.

El retraso psicomotor y cognitivo en Víctor, un niño de seis años de Ourense, se diagnosticó cuando tenía dos años y, a los tres, según explica su madre, todavía no "andaba" ni "hablaba". "Apenas tenía musculatura", aseguró Rosa María Silva Barbeito, quien indicó que desde que empezó con el tratamiento hace casi dos años "mejoró mucho" y, de hecho, ahora ya va al colegio.

Cuando conocieron que su hijo tenía un déficit de crecimiento, empezó el recorrido por los médicos. Desde 2011, el tratamiento le ha sido negado por parte del comité asesor del Sergas, pese a que la pediatra endocrina que atendió su caso solicitó que la sanidad pública sufragase sus medicamentos. La familia del niño acudió a la vía privada y obtuvo la medicación. La familia inició una campaña de recogida de tapones, lo que le permitió sufragar gastos del tratamiento y contó con el apoyo de una asociación.

En septiembre de 2013, la familia llevó el caso a la Justicia, que dictaminó en noviembre de ese año que el Sergas tenía que hacerse cargo de los gastos pagados a la clínica madrileña, así como "asumir el tratamiento íntegro", tanto de la medicación como las pruebas diagnósticas complementarias. En el fallo judicial, se considera probado que en 2010 se realizaron pruebas que desvelaron un "déficit secretor de la hormona del crecimiento". El Sergas recurrió la sentencia.