El Hospital Carlos III de Madrid tendrá listas hoy cuatro habitaciones con presión negativa y esclusas de mayor tamaño que las cuatro que tiene ahora. Según aseguró una portavoz del hospital La Paz, del que depende el Carlos III, este centro dispone en la planta 6 de cuatro habitaciones provistas de presión negativa y esclusas, en una de las cuales está ingresada la auxiliar gallega Teresa Romero.

Además, en la planta quinta permanecen otras quince personas en observación que mantuvieron contacto de riesgo con Romero y que de momento no presentan síntomas de la enfermedad.

El dispositivo contará hoy, en otra ala de la planta 6 del Carlos III, con otras cuatro habitaciones con presión negativa y esclusas de mayor tamaño, así como con cámaras de seguimiento tanto en la habitación como en la propia esclusa.

Cuando concluya el ingreso de la enfermera gallega Teresa Romero, el hospital tiene previsto acometer las obras de ampliación de las esclusas de las cuatro habitaciones que ahora disponen para que el personal sanitario pueda quitarse el traje de protección con más facilidad.

Los responsables del hospital atienden así una de las reivindicaciones del personal sanitario que atiende los casos de ébola y de los sindicatos, que se quejan de que las esclusas disponibles en la actualidad son pequeñas y se hace difícil quitarse el traje de protección con seguridad.

Sin embargo, la secretaria de CCOO en La Paz-Carlos III, Esther Quiñones, indicó que se acaban de terminar las obras de ampliación de la esclusa de la habitación donde está la paciente Teresa Romero, así como las de dos habitaciones con esclusa en La Paz, una en Urgencias y la otra en Urgencias de Infantil.

En este segundo caso, por "si hubiera que tener a algún niño en observación, pero en caso de dar positivo se tendría que ir al Carlos III", añadió la representante de CC OO en la Junta de Personal del hospital.

Por otra parte, el responsable del operativo en el que se sacrificó a Excalibur anunció ayer su dimisión. La Universidad Complutense lamentó la decisión adoptada por Lucas Domínguez, director del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria.