Tamara Falcó se ha encontrado hoy con la polémica alrededor de al Orden y Mandato San Miguel Arcángel, una asociación con sende en Oia cuyo líder Miguel Rosendo ha sido destituido después de que se dencunciasen comportamientos sectarios y los acusasen a de "supuestas irregularidades" cometidas tanto por el fundador como por algunos de sus miembros.

La hija de Isabel Preysler ha querido salir al paso de las informaciones que la convierten en parte del grupo religioso y se ha puesto en contacto con este periódico para desmentir que "no pertenezco a ninguna orden". Sí reconoce que pasó un fin de semana en el chalé de la congregación en Mougás pero que en ningún caso detectó comportamientos extraños. "Un sacerdote amigo mío me invitó a visitarla un fin de semana y así lo hice", aclara la hija del marqués de Griñón.

El caso de Tamara Falcó se suma al de Olalla Oliveros, si bien esta segunda abandonó su carrera profesional como actriz para ingresar en la polémica orden. "El señor me hizo cásting", confesaba en su día en un reportaje que dio la vuelta la mundo. Ahora, la exmodelo gallega es una de las cuatro "consagradas miguelianas" que siguen trabajando en una residencia de la tercera edad en Madrid.