La auxiliar de enfermería gallega Teresa Romero seguirá aislada en el Hospital Carlos III de Madrid hasta que los análisis demuestren que no queda rastro del virus del ébola en sus fluidos corporales y no haya posibilidad de contagio. Aunque las cuatro pruebas practicadas a la paciente en los últimos días han demostrado que ha superado la infección, todavía quedan restos del virus en sus fluidos corporales y puede por tanto contagiar la enfermedad.

"Una vez que todos los fluidos corporales analizados sean negativos, entonces se podrán retirar las medidas de protección", señaló ayer el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Carlos III y miembro del equipo médico que atiende a la gallega, José Ramón Arribas. Este facultativo explicó que Romero seguirá en aislamiento hasta que tengan "la seguridad de que no hay restos de virus en sus fluidos", aunque no concretó una fecha en la que la auxiliar de enfermería pasará a planta, porque "cada paciente evoluciona de una manera distinta", señaló.

El médico insistió en que en el momento en que estén convencidos de que no hay posibilidad de contagio, podrá abrazar a su familia y se podrán retirar las medidas de protección.

Más allá de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Arribas señaló que el equipo médico que atiende a Teresa Romero ha decidido "optar por la máxima prudencia y garantizar que ninguno de los fluidos corporales tiene resto de virus que pueda contagiar".

La portavoz de la familia, Teresa Mesa, explicó que Romero se ha mostrado contrariada por continuar aislada en el centro hospitalario. Esta amiga de la familia señaló que la gallega "se lo ha tomado mal" porque "se había hecho a la idea de que iba a salir" de la planta de aislamiento después de que el martes se confirmara que ha superado la enfermedad.

Sobre la evolución de la paciente, el doctor Arribas señaló que "una infección grave siempre requiere bastantes días hasta recuperar el estado de salud previo". En este sentido, el doctor Javier Arranz, médico del grupo de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), declaró que los pacientes que han superado el virus del ébola pueden hacer una vida normal, sin limitaciones ni prevenciones.

Arranz indicó que la evolución de un enfermo de ébola una vez que ha superado esta patología depende de diversos factores, pero no tienen por qué quedar secuelas por la agresión del virus. En el caso de Teresa Romero, señala el especialista, se partía de una buena salud, con una edad joven que permite "ser optimistas".

Respecto a los contactos de Teresa Romero, entre hoy y mañana se espera que reciban el alta cinco de ellos, mientras que el resto abandonarán el hospital el lunes y el martes de la próxima semana.

Sobre los sanitarios que atienden a Romero, el doctor Arribas abundó en que la cuarentena a la que serán sometidos empieza "en el mismo momento en que se determine que no hay posibilidad de contagio en los fluidos".

Por otra parte, el alcalde del municipio lucense de Becerreá, Manuel Martínez, anunció que Romero será nombrada hija predilecta de la localidad "si ella acepta" la distinción. Tras superar la enfermedad, Martínez señaló que los vecinos "están felices y orgullosos de que esté en fase de recuperación" y esperan "una visita a la localidad" donde reside la madre. "Hay que felicitar a Teresa por su coraje, por su entrega y valentía, después de la chapuza e incompetencia de los responsables de sanidad, que intentaron convertir a una víctima en culpable y que son incapaces de asumir los errores que cometieron", señaló.

Asimismo, el Gobierno municipal de Alcorcón (Madrid) -donde reside la auxiliar de enfermería- va a impulsar la creación de una beca para programas de investigación sobre el virus del ébola y enfermedades infecciosas de alto riesgo que llevará el nombre de Teresa Romero.

Está previsto que hoy un representante de la ONG ADDA haga entrega al marido de Romero, Javier Limón, de un libro que contiene 428 mensajes de apoyo tanto para él como para su esposa por el sacrificio de su perro Excálibur.

Por otra parte, la especialista del Hospital Vall d'Hebron y asesora del Comité Científico del ébola que asesora al Gobierno, Diana Pou, indicó ayer que la curación de Romero ha abierto las puertas a investigar nuevos tratamientos, pero que el plazo para que haya un fármaco antiébola dependerá de los intereses de la farmacéuticas. El objetivo, ampliar el conocimiento sobre esta enfermedad.