Los obispos españoles pidieron ayer "perdón" por los supuestos abusos sexuales sufridos por un joven a manos de un grupo de sacerdotes de Granada. El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, subrayó que en las "filas" de la Iglesia "no caben" quienes abusan de las personas que les han sido confiadas, los "más indefensos, los niños y jóvenes". Gil Tamayo aseguró que la Conferencia Episcopal se ha enterado del caso "a través de los medios de comunicación", pese a que el Papa intervino directamente tras ser informado por la propia víctima, a la que telefoneó personalmente por dos veces para manifestarle su apoyo. Entre tanto, el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, informó de que cuatro implicados -sobre un total de once- pueden tener "una ligazón mucho más directa" con los hechos denunciados y agregó que no se descarta que la investigación judicial se amplíe a otras posibles víctimas.

"Una petición de perdón de quienes estamos obligados a dar un testimonio y ejemplaridad. Es lo que los conciudadanos nos exigen a quienes tenemos responsabilidad pública", señaló el portavoz de los obispos. "A todos nos ha conmovido el tema, del que tuvo conocimiento la Conferencia Episcopal a través de los medios", declaró tras la Asamblea Plenaria de la CEE, celebrada en Madrid desde el lunes hasta ayer viernes.

Según Gil Tamayo, "no hay nada que obligue a que la CEE tenga que tener conocimiento" de estos casos. El secretario general del episcopado enfatizó que, cuando se han reunido los obispos, es un asunto que "se ha puesto en primer plano", porque les "duele". Sin embargo, pidió un "respeto exquisito por las víctimas y los implicados para que sus derechos no sean conculcados". El portavoz hizo hincapié en que el caso está "bajo investigación" y en que hay que esperar las decisiones de los órganos judiciales. En todo caso, subrayó que "las víctimas son lo primero" y reclamó "tolerancia cero" a los abusos.

Gil Tamayo explicó que, durante la asamblea, el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, dio cuenta de los "cumplimientos" y "protocolos" que ha seguido y expresó "su dolor y cercanía" a las víctimas de este "delito", de este "pecado". Un obispo que manifiesta este dolor también en los medios "goza entre sus compañeros de todo el afecto y credibilidad", apostilló.

El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, desveló nuevas claves de la investigación. En total serían unas once personas las que están siendo escrutadas, entre sacerdotes y seglares, pero "hay cuatro" que pueden tener una "ligazón más directa con los hechos denunciados". El arzobispo de Granada informó el pasado miércoles de que tres sacerdotes habían sido apartados tras las acusaciones formuladas por un joven. El subdelegado del Gobierno no descarta "que se abra el abanico de declaraciones" para que lo hagan quienes "en su momento pudiera haber sufrido algún tipo de daño".