Padres de adeptas en la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, cuyo fundador, Miguel Rosendo, fue detenido y permanece en prisión, anunciaron ayer en Moaña que están en contacto con abogados para personarse como acusación particular en el caso que sigue el Juzgado de Tui contra el máximo responsable de lo que consideran una secta. Los familiares tienen prevista hoy una reunión en el Obispado de Tui-Vigo para pedir la mediación con el fin de retomar el contacto con sus hijas y ayer volvieron a reunirse en la misma Casa da Mocidade de Moaña donde hace una semana, y con otros exseguidores, denunciaron irregularidades de esta orden como presuntos abusos sexuales y estafa.

En su comparecencia insistieron en que estaban esperanzados de un acercamiento con sus hijas, a pesar de que reconocieron que siguen sin saber dónde están o dónde viven tras la desbandada el pasado miércoles de la casa que la Orden de San Miguel Arcángel tenía en El Escorial y adonde huyeron tras la intervención del Obispado de Tui-Vigo en octubre cuando apartó a Rosendo de la organización. Aseguraron que no recibían ni siquiera sus llamadas, pero ayer una de ellas, Miriam Lima, que además está casada con el hijo de Rosendo, les acusó por televisión de que todo era falso y de que se trataba de una conspiración contra su suegro. Su padre José Manuel Lima le pidió que esas declaraciones se las hiciera a él en casa y que lo que él quería era que su hija, con el que tiene dos niñas, haga su vida con su esposo, de forma "normal y no supeditada".

La hija de Lima, en una conexión en directo por televisión, insistió en la palabra conspiración. El portavoz de las familias, Joaquín García, aseguró que la Guardia Civil no habría actuado de forma tan rápida como lo hizo, aunque dejó claro que no tenían interés de meter a nadie en la cárcel. "Solo queremos que se sepa la verdad y que cada uno tenga la responsabilidad que le corresponda. Es raro que la Guardia Civil haya hecho lo que hizo solo porque unos padres denunciaron en esta mesa irregularidades", explicó. Los padres anunciaron que la de ayer sería su última comparecencia y que "callarán" para no vulnerar el secreto de sumario, dejar actuar a la Justicia y evitar problemas de anulación de pruebas.

García afirmó que los últimos acontecimientos con la detención e ingreso en prisión de Miguel Rosendo les dan la razón, a pesar de haber sido tachados de "alarmistas" por algunas personas.

El representante de los familiares también quiso matizar el comunicado que el sábado emitió el Obispado de Tui-Vigo y señaló que sí es cierto que siempre estuvieron acompañados por sacerdotes de esta Diócesis, por amistad y por solidaridad, y que tienen el compromiso de ser recibidos. Esta reunión en la que le plantearán su mediación podría celebrarse hoy. García apuntó que ya hubo contactos previos con el obispo para intentar, ahora que Miguel Rosendo ya está apartado de sus hijas, tratar de acercarse a ellas, en conjunto o de forma individual. "Si creen que su vocación es la de ser religiosas, nosotros lo apoyamos", aclaran.

Los padres quieren darles libertad a sus hijas y que mediten. Respecto a dónde pueden estar alojadas tras dejar la casa de El Escorial, opinan que tristemente "sobran casas donde vivir" y que saben que podrían estar repartidas por pisos, aunque algunas "están camino de sus casas o en sus casas", pero son las familias adeptas, y que entre ellas puede estar una migueliana en Matamá. También tienen constancia de dos chicos que han regresado a Galicia.

Los afectados han creado un blog y una dirección de correo electrónico para poder contactar con otras personas en la misma situación. Quieren dejar claro que ellos se consideran familias afectadas, pero que hay otras que siguen dentro de la asociación pero su intención no es ir en contra de ellas porque "son amigos, conocidos y compañeros de muchos años". "Nosotros vamos en contra de una situación que creemos que tenemos que defender por el bien de nuestros hijos. Si las otras familias consideran que sus hijos están bien, es cuestión personal de cada uno", aclararon los familiares.

Respecto a declaraciones de una madre de que "todo es una mentira de los enemigos de la iglesia", Joaquín García señaló que en su caso no se le puede achacar eso. "Soy hombre de iglesia", insistió. Recordó además que contra los tres o cuatro sacerdotes que las siguen acompañando ya ha actuado contra ellos la Archidiócesis de Madrid. En su intervención, García aclaró que apoyan que sus hijas sean religiosas, pero siempre bajo la ley y autoridad de la Iglesia que "no se da en San Miguel". El portavoz negó que estas denuncias contra Rosendo vengan del Opus Dei y que ellos no presentaron denuncia en el juzgado, sino que actuó la Guardia Civil. "Por algo sería, no por lo que nosotros denunciamos hace una semana en Moaña", concluyó.