Tener que recurrir a una ONG para que tus hijos reciban regalos por Navidad no es plato de buen gusto para nadie y por ello, este año, Cruz Roja ha decidido "dignificar el proceso de entrega" de los juguetes a personas con problemas económicos. De dar una caja cerrada a cada familia -donde los juguetes podían no corresponderse con las necesidades de esos niños- a montar un completo stand, que simula las estanterías de una tienda y donde los padres pueden elegir qué juguetes se llevarán para sus hijos. Se trata de una campaña pionera a nivel estatal de Cruz Roja A Coruña en la que colaboran 73 voluntarios y que entregará, hasta el próximo 3 de enero, juguetes para un total de 430 niños.

Otra de las principales novedades de la campaña de juguetes de Cruz Roja es que todos los artículos donados son nuevos. "Pedimos que sean productos no violentos, no sexistas y nuevos, que los niños tienen derecho a tener un juego a estrenar", señala la coordinadora de la campaña, Clara Tello. "Por ello, los principales donantes han sido empresas cuyos trabajadores hicieron campañas para conseguir juguetes, pero también hay donaciones de particulares", añade la directora provincial de Exclusión Social de Cruz Roja de A Coruña, Pilar Bonigno.

Esta campaña de juguetes va destinada a personas que participan el resto del año en alguno de los programas de Cruz Roja. "No es algo abierto a todo el mundo sino a gente que ya recibe otras ayudas de la entidad y que cumple con ciertas condiciones socioeconómicas como cobrar la Risga. Deben presentar la documentación que lo acredite así como un certificado con el número de hijos que tienen en el hogar", añade Bonigno. Además, los interesados tuvieron que inscribirse en octubre y conservar un vale que ahora canjean por los juguetes. "Sirve también para que realicen un ejercicio de responsabilidad, que no sea solo venir y llevarse los juguetes", añade Clara Tello.

Una vez en el local donde se exhiben los juguetes, cedido para la campaña por Abanca, los padres cuentan con el asesoramiento de un voluntario que les ayuda a elegir el mejor regalo. El local se divide en dos estancias con regalos divididos por edades. Puzles, peluches, libros, juegos educativos, balones, micrófonos, monopatines o juegos de construcciones son solo algunos de los artículos a los que pueden acceder las familias con menos recursos.

Los padres se llevan por cada niño de 0 a 9 años un pack de libros prefijado, un peluche y un juguete a elegir. Es precisamente la principal novedad de esta campaña, la capacidad de elección, lo que más satisfacción da tanto a los voluntarios como a los padres. "Me gusta poder elegir, da gusto entrar, es un sitio muy agradable", señalaba ayer una mujer, de 43 años, que prefiere no identificarse y que pasó a recoger regalos para sus hijos de 7, 12 y 14 años. "Al mayor le llevo un balón de fútbol, a la niña un Monopoly y al pequeño un peluche, un juego de plastilina y unos libros", señala esta coruñesa que no puede trabajar por problemas de espalda y que tiene al marido en paro desde hace tres años. "Si no me dieran estos juguetes, yo no los podría comprar", dice.

Su caso es solo uno de los perfiles de familias que acuden a Cruz Roja para al menos dar algún regalo por Reyes. "Están quienes trabajaban y ahora están desempleados, personas inmigrantes, parados de larga duración y población gitana", explica Tello. La campaña se inició el jueves y solo ese día acudieron 180 padres a recoger sus juguetes.