Pocas son las personas que entran en la consulta del psicólogo reconociendo que sufren celos patológicos. "La mayoría llega por otro problema y al final se descubre que los celos pueden estar detrás", señala la responsable de la Sección de Género del Colegio Oficial de Galicia, Concha Rodríguez, quien asegura que los celosos patológicos con "personas emocionalmente inestables, con fuerte dependencia por la otra persona". A la hora de la terapia, la clave está en modificar cómo esa persona debe reaccionar cuando surjan los celos, no en tratar de que los celos desaparezcan. "Los celos son como pensamientos tóxicos que se disparan solos por así decirlo. Es algo que esa persona no puede controlar porque surgen solos, pero sí puede pararlos. El objetivo es que tengan una capacidad de autodominio y paralicen esos pensamientos", señala.