El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que el Gobierno gallego está tomando medidas a medio y largo plazo -entre ellas citó la ampliación del servicio de Urgencias en A Coruña- para solucionar los problemas en la sanidad gallega, como la saturación de algunos centros por la gripe, ya que "esas cosas no se pueden improvisar". Feijóo reconoció que algunos pacientes tienen que esperar por una cama para ingresar, pero asegura que la afluencia a los servicios de urgencias estos días es similar a la de años anteriores. De cualquier forma, señaló que la "responsabilidad" del Sergas es "atender" a los pacientes que llegan a Urgencias, sean estos "pocos, muchos o muchísimos"por lo que, los problemas que se puedan dar, "los hay que resolver". "Cuando lo hacemos a plena satisfacción estamos muy orgullosos y si tenemos que mejorar, tenemos que mejorar", señaló Feijóo mientras AGE y BNG pedían la dimisión de Rocío Mosquera.

Cansados del "colapso continuo" que, aseguran, sufre el servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña desde su inauguración en mayo de 2014 y de que la dirección del centro haga caso omiso a sus quejas y reclamaciones, la Junta del Personal del centro entregó ayer un escrito ante la Fiscalía Superior de Galicia para que investigue si las "pésimas" condiciones en las que se atienden a los pacientes podrían constituir un delito. Pero mientras los trabajadores hablan de "saturación continua" del área de Urgencias, en el hospital aseguran que no hay "ningún tipo de colapso" ni riesgo "de que la calidad asistencial se vea afectada".

Problemas estructurales, falta de camas y déficit de personal son los principales problemas de las urgencias, según denuncian los trabajadores. "Se meten camillas en todos los espacios para quitarlos de los pasillos, mezclados hombres y mujeres", señalaba ayer, tras entregar el escrito en Fiscalía la portavoz de la Junta de Personal, María Seijo, quien insiste en que "no hay camas; tenemos 25 cerradas en el (hospital) Abente y Lago y 40 en el Materno". "No somos personal suficiente para atender a los pacientes que hay en realidad, puede haber un suceso inesperado y no lo vemos porque no tenemos visión de todos los pacientes", añadió.

Por su parte, María Tallón, del sindicato médico O'Mega, precisó que el colapso más que en las Urgencias "está en la no salida de los pacientes que tienen que derivarse" porque "las dependencias no pueden ser utilizadas por otros". "El colapso esta en la puerta de atrás del servicio de Urgencias, en la gestión de las camas", señaló Tallón, quien criticó las manifestaciones acerca de que la gente no se vacuna de la gripe. "Dejen de culpabilizar a la población", señaló. Otra de las trabajadoras que acudió al tribunal, Marisa Mosquera, de UGT, asegura que esta situación es "consecuencia de los recortes". La sindicalista se preguntó sobre este servicio si lo "dejarían funcionar en estas condiciones si fuera privado".

Desde la dirección del hospital lamentaron ayer que la Junta de Personal presentase esta denuncia sin informarles de su intención y aseguraron que no realizarán ningún comentario por respeto "a la autoridad judicial" y al mismo tiempo resaltaron que el hospital "ofrece una absoluta colaboración" a la Fiscalía.

Y a la hora de analizar la situación de Urgencias con datos, el baile de cifras vuelve a ser el protagonista. Si María Seijo señala que los pacientes esperan una media de 48 horas para ingresar y que en el día de ayer había 80 pacientes en observación y 30 a la espera de cama -algo "alarmante y extremo", señaló-, desde el hospital aseguran que la afluencia de pacientes estos días a Urgencias es "la habitual en estas fechas del año". "El miércoles se atendieron 439 pacientes. De ellos ingresaron 46, un 14%, por debajo de la media habitual del 18%", señalaron en el hospital, donde afirmaron que el 100% de las camas están operativas y que no se reprogramó ninguna operación.