Al igual que ocurría el viernes pasado, ayer, en la última sesión del juicio por el robo del Códice Calixtino dedicada a testigos, la abogada del exelectricista de la catedral citó a varias clientas de su esposa, Remedios Nieto, y del extrabajador del templo, que confirmaron encargos laborales para ambos, para incidir en su tesis de que el dinero intervenido en alguna de sus propiedades -en torno a 1,7 millones de euros- podría estar originado en el trabajo, como señaló Manuel Fernández Castiñeiras en su escueta declaración en la sala.

Paralelamente Carmen Ventoso sostiene que "la entrada y registro" en el domicilio de su defendido así como su "detención" y la de su familia fue "únicamente provocada" por lo que los agentes "escucharon" en las grabaciones con micrófonos en su casa, por lo que considera que "el procedimiento es absolutamente nulo".

Las escuchas en la vivienda de Castiñeiras fueron anuladas como prueba por el tribunal de la Audiencia que juzga el robo del Códice Calixtino en el segundo día de la vista a petición de Ventoso, que pretende extender esta nulidad a todo el proceso, ya que este partiría, entiende, de una diligencia anulada.

La Audiencia consideró que suprimir esta prueba no provocaría, en principio, extender la nulidad al procedimiento, pero la letrada afirma que la policía se dio "cuenta" de que "había algo que ocultaba" Castiñeiras a su familia por esas grabaciones. "Es decir", explicó ayer antes de entrar en la sala, "escuchan decir al hijo que cómo se pone así su padre, qué es lo que esconde allí, y a su mujer que dice que allí no hay nada, que solo hay porquería, que habrán entrado los ratones y por eso nota las cosas movidas". Ventoso insiste en que en el procedimiento se han "vulnerado todos los derechos fundamentales", hasta el punto de que "no ha quedado nada por vulnerar".

También recordó que en lo que va de juicio quedó "demostrado que hasta que aparece el dinero en el domicilio" de su representado, la catedral "no" lo reclama y solo entonces afirma que "es suyo". Durante el año de la investigación, "una y otra vez pasaron por comisaría y nadie dijo que les faltara absolutamente nada", apuntó. "Se lo ocultaron a la policía, no les pareció relevante", apostilló.

En cuanto a los testigos, aseguraron que Remedios Nieto cobraba por coser para ellos y más gente e incluso para una tienda, aunque no estaba dada de alta en la Seguridad Social. Una de ellos subrayó que Nieto "cosía mucho" y que, como vivía enfrente, la "veía coser todos los días, incluso por las noches", desde la ventana. Por lo que respecta a los ingresos de Castiñeiras, dos comerciantes acreditaron que realizó para ellos trabajos de electricista durante años por los que cobró "en efectivo".

El juicio por el robo del Códice llega a su recta final, con solo tres sesiones más previstas, y tras renunciar ayer la defensa, de nuevo, a tres de sus convocados. En la jornada de hoy comparecerán los peritos y se podrán ver las grabaciones que aparentemente muestran a Castiñeiras hurgando en la caja fuerte del despacho del administrador, que para su abogada son "un corta y pega", una prueba "manipulada".