El arzobispo de Valladolid, presidente de la Conferencia Episcopal Española y desde ayer nuevo cardenal Ricardo Blázquez, aseguró en Roma que trabajará por los pobres y desfavorecidos y colaborará con la justicia en los abusos a menores. El cardenal se refirió a los casos de pederastia ocurridos en España, "una cuestión mayor que debemos tomarnos muy a pecho" y que, afirmó, se ha afrontado "con decisión". Blázquez consideró que "lo primero es pedir perdón, pero no basta", y estimó necesario que "los padres tengan seguridad de que sus hijos sean bien tratados en la Iglesia".

"En España, no ha habido una epidemia de casos de abusos de menores. Sí ha habido algunos casos. Y la impresión que yo tengo es que en estos casos que han ido apareciendo en los últimos decenios por parte de los obispos se ha afrontado la cuestión con decisión y también por parte de los superiores religiosos", expresó.

"La Conferencia Episcopal Española está muy de acuerdo con el papa Francisco", explicó Blázquez sobre las decisiones tomadas por el Pontífice sobre los casos de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia. "Cuando recibamos las orientaciones concretas designaremos la persona de contacto, queremos colaborar muy eficazmente", declaró, preguntado sobre quién representará a la Iglesia española en el Vaticano en los asuntos relacionados con los presuntos abusos a menores.

Las declaraciones de Blázquez siguen a comentarios reiterados del papa Francisco en los últimos meses sobre los casos de presuntos abusos sexuales a menores por parte de miembros de la jerarquía eclesiástica, que incluyó una llamada expresa del pontífice a no ocultar los casos que se conozcan. "Todavía no sé en qué me va a cambiar la vida", refirió el cardenal Blázquez, sobre su nombramiento, ayer, como cardenal, aunque entiende que significa "una gratitud enorme y una disponibilidad" para colaborar con el papa Francisco.

Un nombramiento que fue seguido por una delegación española encabezada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saenz de Santamaría, los ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y de Interior, Jorge Fernández, y la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Josefa García-Cirac, entre otros.

"Agradezco cordialmente el gesto de confianza que el Papa ha tenido. Este gesto de confianza para mí se traduce en una gratitud enorme y en una disponibilidad mayor para colaborar con él, que es lo que significa ser cardenal de la Iglesia de Roma", apuntó el presidente de la Conferencia Episcopal, quien señaló que su prioridad serán "los pobres, los afligidos por la vida y los pecadores", que son quienes "ocupan el corazón del Evangelio".