Las operadoras de telecomunicaciones deberán crear un Centro de Atención al Usuario para el análisis y la eliminación de las posibles interferencias que puedan causar en la TDT sus nuevas estaciones para poner en marcha el servicio de banda ancha móvil de cuarta generación (4G), amparado por la liberación del dividendo digital.

Así lo recoge una orden ministerial publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que asegura que este centro tendrá que ser capaz de atender de manera gratuita las comunicaciones con los ciudadanos, al menos a través de llamadas telefónicas y de medios electrónicos.

Esta regulación también reitera que los costes de todas las actuaciones de los operadores serán asumidos por estas empresas. Además, en caso de que las interferencias continuaran a pesar de estas medidas, la Secretaría de Estado y de Telecomunicaciones podría obligar al cese de emisiones de la estación instalada.

En la orden, Industria establece la obligación de instaurar tanto actuaciones previas como "correctivas" ante la instalación de nuevas instalaciones. El Ministerio se apoya en las conclusiones de una prueba piloto entre diciembre de 2012 y mayo de 2013 celebrada en Zamora y en el municipio de Fuentesaúco.

En estas pruebas se confirmaron que en determinadas situaciones pueden producirse afectaciones en la recepción del servicio de TDT, si bien es posible identificar las principales áreas en las que es más probable la existencia de afectación.