El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) está revisando la gestión de las camas en planta para evitar colapsos en Urgencias, como el registrado la semana pasada, tal y como reconoció ayer la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, quien aseguró que durante el fin de semana se normalizó la situación de ese servicio. "La gestión de camas es lo que dificulta siempre el drenaje hacia las plantas. El fin de semana se recuperó, y esperamos volver a la normalidad en cuanto a número de pacientes que acuden a Urgencias y al porcentaje de los que tienen que ingresar. Confío en que no se vuelva a reproducir la situación de la semana pasada", señaló Mosquera.

La titular de Sanidade visitó ayer las obras de tres nuevos quirófanos del Servicio de Urgencias de Chuac, que "espera" empiecen a funcionar después de Semana Santa. Tras recorrer las instalaciones, y anunciar que el nuevo bloque quirúrgico del complejo hospitalario, con un total de 18 quirófanos, estará listo a finales de año, Mosquera se refirió a las denuncias de la Comisión de Centro del Chuac, que el pasado viernes alertó sobre la situación de "colapso crónico" y "extrema gravedad" en la que se encuentran las Urgencias, con "pacientes atendidos en los pasillos". La conselleira reconoció que se ha producido un repunte no solo del número de pacientes que acuden a ese Servicio, sino también del número de enfermos que necesitan quedarse ingresados en el hospital, que cifró en 700 más que el año pasado entre el 1 de enero y el 18 de marzo, circunstancia que vinculó al envejecimiento de la población. "No sólo tenemos más pacientes, sino que los enfermos que vienen están más graves, por lo que necesitan permanecer más tiempo en el Servicio de Urgencias. Eso dificulta la atención. Tenemos un envejecimiento de la población muy importante", apuntó.

El gerente de la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña, Francisco Vilanova, también reconoció que el índice de ocupación del hospital es más alto de lo habitual, y aseguró que la semana pasada se superaron las 500 urgencias entre el Hospital de A Coruña y el Materno, con picos de 60 enfermos por encima de la media solo en el edificio central del complejo. Vilanova Fraga culpó de esa situación al "pico de la gripe" que "se mantiene con una intensidad media y no baja, como hizo en los últimos años", aunque aseguró que no se suspendió "ninguna actividad quirúrgica", y que se operó a una media de 150 pacientes cada día. Además, consultado por los motivos de que ya no se opere por las tardes, el gerente del Chuac señaló: "La Consellería ha optado por una priorización en los pacientes, y se están cumpliendo los tiempos mínimos de espera en prioridad 1 y 2. Los programas de tarde que antes se desarrollaban con mayor asiduidad no se hacen en este momento, aunque sube el número de intervenciones quirúrgicas de jornada ordinaria", indicó.

La conselleira de Sanidade también insistió en que "no hubo que desprogramar ni reprogramar ninguna cirugía", y agregó: "Si hubiera quirófano de tarde a lo mejor sí hubiera sido necesario suspender o reprogramar cirugía. El rendimiento quirúrgico de la mañana es muy bueno, está por encima de los estándares. La demora en prioridad 1 y prioridad 2 está muy por debajo de lo recomendado. La calidad asistencial está por encima de la media", remarcó.

Nuevos quirófanos

Sobre los tres nuevos quirófanos que empezarán a funcionar después de Semana Santa, Rocío Mosquera destacó que cuentan con una superficie de cerca de mil metros cuadrados, y anunció que su departamento invertirá 400.000 euros en su equipamiento. Las nuevas salas de operaciones, explicó la conselleira, contarán "con los más altos estándares en materia de tecnología, equipos médicos y condiciones estructurales, propiciando, de este modo, un ambiente más acomodado para la realización de las más complejas cirugías".

La titular de Sanidade también destacó que desde 2009 se han invertido 37 millones de euros en el complejo hospitalario de A Coruña, y agradeció a los profesionales sus esfuerzos para "mantener la calidad asistencial", en un momento en el que, aseguró, "ya no está en discusión el mantenimiento de la sanidad pública".