Científicos de la Universidad de la Laguna anunciaron ayer que han detectado un posible biomarcador del Trastorno del Espectro Autista (TEA) por medio de la técnica no invasiva de espectroscopía cerebral por resonancia magnética, si bien debe ser validado con nuevos estudios. Según Carmen Jiménez de Espinoza, miembro de este grupo de investigación, confirmarlo ayudaría a realizar un diagnóstico precoz y además sería una diana farmacológica para terapias. En la actualidad el tratamiento que reciben estos pacientes es de intervención temprana con estimulación y enseñanza del lenguaje, y así ayudarles a que tengan algo de autonomía.

El presidente de la Federación Autismo Galicia, Antonio de la Iglesia, acogió con cautela este hallazgo. "Este tipo de noticias hay que asumirlas con cierto excepticismo, aunque tiene su lado positivo, que es que se está investigando", explicó. Y no solo en el campo médico. El tecnológico ofrece cada vez más aplicaciones orientadas a facilitar la comunicación de las personas con trastorno del espectro autista. "Para una persona con TEA una tableta o un ordenador es el vehículo perfecto de comunicación porque como ellos, no entienden la ironía, y cuadran muy bien con su personalidad. Son ideales para comunicarse", afirma De la Iglesia.