Un análisis rutinario alertó a su médico de cabecera que rápidamente le remitió al nefrólogo, quien le diagnosticó insuficiencia renal. "Tuve que someterme a diálisis durante solo tres meses, pero el impacto fue bestial porque yo estaba bien, sin dolor y de repente, no podía ni ir a trabajar", indica Francisco Encinar, trasplantado hace ahora 19 años y que solo tiene palabras de agradecimiento para el donante.

"Ahora mismo hago vida totalmente normal, me cuido, pero ya nunca hice excesos", señala Encinar, quien tiene claro que la situación ha cambiado mucho para los trasplantados de ahora. "La recuperación es más rápida ahora y los medicamentos no tienen tantos efectos secundarios como los de antes", indica Encinar.