El papa Francisco simplificará la concesión del perdón por el pecado de aborto con motivo del Jubileo de la Misericordia que se abrirá el próximo mes de diciembre. Hasta ahora un sacerdote no podía perdonar ese pecado -aunque una mujer se confesase en las condiciones ordinarias- sin disponer de un permiso especial del obispo o del propio Papa. Desbordando esa restricción, Francisco proclamará que todas las mujeres -o los hombres que hayan colaborado en un aborto- que confiesen ese pecado serán perdonadas sin necesidad de otras condiciones. Realmente lo que hará es conceder de hecho el permiso especial a todos los sacerdotes. Las claves teológicas de esta novedad procedimental las ha ofrecido Francisco durante una entrevista con la revista Civiltá Cattolica. El Papa indica que "no podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad". Con estas palabras abre la puerta a una Iglesia más comprensiva con las mujeres que abortan.