Dos órdenes publicadas ayer en el Diario Oficial de Galicia confirman que la Consellería de Educación apuesta a partir del curso que viene por un modelo híbrido que combina de forma "complementaria" las ayudas a la adquisición de libros de texto para las rentas más bajas con el préstamo de manuales a través de la creación de un fondo solidario en todos los centros públicos, siguiendo el ejemplo instaurado por las APA durante la crisis y "garantizando" en ambos casos que las familias con las rentas más bajas "sean las primeras beneficiarias". Eso permite ahorrar un 23% al Gobierno gallego, al menos de entrada -porque este año, por ejemplo, hubo que ampliar el presupuesto por la elevada demanda y puede ocurrir de nuevo, admiten-, ya que la cuantía destinada a las ayudas pasa de los 15 millones de euros fijados inicialmente en la orden para 2014-2015 a los 11,5 millones.

Con la nueva regulación, los cursos en los que la Xunta apoya la adquisición de los manuales, con aportaciones económicas similares al año pasado, aparte de educación especial, se reducen ahora a seis: 1º, 2º, 4º y 6º de Primaria y 1º y 3º de ESO. Mientras, quienes comiencen en septiembre 3º y 5º de Primaria o 2º y 4º de ESO (donde hay en torno a 40.000 niños matriculados en centros públicos) y no puedan adquirir los libros de texto tendrán que conformarse con los que utilizaron durante este curso los niños que van un año por delante.

La Xunta ya lo estableció así cuando reguló la anterior convocatoria de subvenciones, hace un año, en la que requería a los progenitores devolver los manuales adquiridos con fondos autonómicos (un máximo de 170 euros en Primaria y 180 euros en Secundaria) a fin de curso, como muy tarde el día 19 de este mes, dejando de plazo hasta el 4 de septiembre a los estudiantes de 2º o 4º de ESO que tengan pendiente alguna materia. Aunque solo se reutilizarán, de entrada, los libros de 3º y 5º de Primaria (ya con nuevo currículo de la Lomce desde el año pasado) y 2º y 4º de ESO (donde la Lomce no se implantará hasta 2016-2017), Educación recogerá todos los manuales subvencionados en previsión de que se puedan usar "progresivamente", excepto los de 1º y 2º de Primaria, que no pueden ser reutilizados.

Pero el fondo solidario impulsado por el Ejecutivo gallego en cada centro no solo pretende alimentarse de estos textos, sino que también apela a la "solidaridad" de las familias para que donen "voluntariamente" libros y otro material "vigente y útil" adquirido fuera de las ayudas. La Xunta aspira a que este fondo baste para cubrir las necesidades de 3º y 5º de Primaria y 2º y 4º de ESO, excluidos ahora de las subvenciones. Desde Educación subrayan, además, que la Consellería ya mantuvo reuniones con las confederaciones de ANPA, que manifestaron que los libros de sus bancos "eran de los centros". En esa línea, Educación considera que "hay una voluntad de colaboración para unir los recursos de los bancos y que el fondo solidario llegue al mayor número de usuarios".

Sin embargo, gestionar este banco de libros, y aunque las ANPA puedan echar una mano en la recogida, inventario, clasificación y entrega y se haya preparado una aplicación informática ad hoc, conllevará una mayor carga de trabajo para los centros, cuyos directivos, sobre todo los de Primaria, que carecen de administrativos, se quejaban ya de la labor que suponía el manejar los vales para adquirir libros.

El grupo parlamentario de AGE, a través de su diputado Ramón Vázquez, tachó de "auténtico fiasco" las ayudas. Aludió a que el máximo que se puede percibir, 180 euros, es una cantidad "muy alejada" de los 700 euros de media a los que tienen que hacer frente los padres al inicio de curso. También criticó que la Administración "insista en dejar fuera" de las ayudas "todo lo relativo al material escolar, didáctico y complementario". En esa línea, AGE ve "imprescindible" volver al sistema de préstamo universal del bipartito.

El modelo iniciado por Fraga en 2003 y generalizado por Emilio Pérez Touriño, no obstante, fue muy criticado por libreros, editores y distribuidores, quienes alegaban un descenso significativo de las ventas en las comunidades donde se había implantado y apuntaban que los padres veían como una gran desventaja impedir al alumno utilizar los manuales como material de trabajo. Desde la Xunta recuerdan que durante la presidencia de Touriño, el curso con más presupuesto, 2007-2008, el gasto se elevó a "27,7 millones de euros", mientras que desde que se pasó al modelo de gratuidad solidaria el máximo desembolso realizado por la Administración, en 2013-2014, ascendió a "21,4 millones de euros".

Devolución de las ayudas

Aceptar la subvención para este curso que acaba suponía por parte de las familias aceptar también su devolución al centro ahora que llega el final del curso. De hecho, retornar los manuales comprados con ayudas de la Administración gallega es requisito imprescindible para acceder a nuevas ayudas de compra o a solicitar, desde hoy y hasta el 30 de este mes, algún texto del fondo que conforme cada centro. En aquellos casos en los que el 1 de julio, no conste la devolución de los libros, la Xunta reclamará la devolución de la ayuda.

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