La difteria tiene una tasa de mortalidad entre el 5 y el 10%, a partir de los cinco años, mientras que en niños menores de esa edad la tasa se eleva hasta el 20%, según informan diferentes especialistas consultados.

Los médicos reconocen que esta enfermedad puede cursar leve o grave. Las complicaciones más frecuentes son la obstrucción de las vías respiratorias, miocarditis, parálisis temporal si afecta al sistema nervioso o daño renal. Otras complejidades de la difteria son parálisis del velo del paladar; dificultad para tragar; y parálisis de acomodación de la pupila, diafragmática o de las extremidades inferiores.

Es pronto para determinar los efectos de la difteria en el menor de Olot, ya que la prioridad de los médicos es salvar su vida. Respecto a las complicaciones, en general las secuelas están relacionadas con insuficiencias cardiacas o respiratorias, alteraciones renales o daños en el sistema nervioso. Además, varían si el enfermo es niño o adulto, señalan.