El Servizo Galego de Saúde (Sergas) aseguró ayer que mantiene operativas este verano "el 86% del total de las camas disponibles" en los centros hospitalarios de la red pública gallega, un porcentaje similar, según defendió, al de años anteriores, en los que la media "nunca superó el 76,8%". Esta planificación, aplicada por "todos" los servicios de salud de "forma habitual", se realiza teniendo en cuenta factores como "los menores índices de ocupación hospitalaria en estas fechas, la reducción estacional de patologías y la correlativa reducción de ingresos por enfermedad". El Sergas presentó estos argumentos después de que cientos de personas protestasen en Santiago y A Coruña contra el cierre "de 1.200 camas este verano" y criticasen la política puesta en práctica por el Ejecutivo de Núñez Feijóo, al que acusaron de intentar "privatizar" la sanidad.

El organismo autonómico explicó que la decisión sobre el alcance de esta programación de la temporada estival se toma teniendo en cuenta "la responsabilidad principal de la sanidad pública gallega de garantizar la seguridad y la calidad asistencial de los pacientes", al tiempo que, a su juicio, permite "gestionar de forma eficiente las vacaciones reglamentarias de los profesionales con la disminución de la demanda asistencial".

El Sergas aseguró en la misma nota que continúa con su apuesta por la renovación tecnológica para "mejorar la calidad diagnóstica y asistencial, disponer de nuevos equipos y atender de forma más eficiente la demanda de pruebas diagnósticas y de procedimientos terapéuticos".

Las protestas -celebradas en la plaza coruñesa del Obelisco y la santiaguesa de O Toural- contaron con la participación de usuarios y profesionales sanitarios, así como de representantes políticos, que formaron una marea blanca y portaron pancartas con lemas como No al cierre de camas y Sanidad 100% pública, entre otras.

Un miembro de la Coordinadora Antiprivatización da Sanidade Pública, José Miguel Rodríguez, denunció el cierre de "1.200 camas en Galicia" -concretamente "170 en el área de A Coruña"- decretado por el Sergas durante este verano. Además, lamentó los últimos datos emitidos por la Xunta sobre las listas de espera de los hospitales gallegos, algo que, dijo Rodríguez, "sitúa a Galicia entre las comunidades peor paradas".

Al hilo de esta cuestión, tanto el miembro de la organización, como la portavoz del sindicato de Sanitarios Galegos Públicos (Sagap), Eli Dosil, denunciaron que Galicia es, después de Aragón, la comunidad "con más recorte en los presupuestos [de sanidad] de este año, un 10%", incidió Rodríguez.

Dosil censuró "la barbarie que están cometiendo las administraciones públicas" en el ámbito sanitario y reivindicó que "se deroguen las leyes que han dado lugar al negocio de la sanidad".

Por ello, defendió un "sistema público, gratuito y de calidad". "No podemos dejar que ni el Gobierno de ahora ni los posteriores pierdan este norte. El sistema sanitario español ha sido modelo para muchos países", aseveró Dosil.

Mientras, el portavoz de la plataforma gallega de afectados por la Hepatitis C, Quique Costas, resaltó "la importancia de concienciar a través de la calle" y reivindicó a su vez "la importancia de llevar a cabo acciones institucionales con la Consellería de Sanidade y el Valedor do Pobo", en referencia a la defensa de la sanidad pública. Sobre la petición de suministrar mediación a los reclusos para luchar contra la Hepatitis C, Costas afirmó que el virus afecta a un 21% de los reclusos de las prisiones gallegas.