La mayoría de los padres supervisan las páginas webs que visitan sus hijos en internet, pero no todos. El 38,2% asegura que no lo hace. Menos control ejercen sobre el WhatsApp y Messenger. Solo el 37,6% de los progenitores comprueba los grupos en los que está metido su hijo y con quién habla.

Son minoría también los padres que se meten en las redes sociales para vigilar a su hijo. Únicamente el 35% revisa el perfil que el joven tiene en Facebook o Twitter y solo el 34,1% mira a qué personas ha añadido a su lista de amigos o seguidores. Tampoco es habitual que los progenitores gallegos vigilen los mensajes que les llegan a sus hijos al correo electrónico. Sólo uno de cada tres lo hace. Los expertos recomiendan además que para evitar casos de acoso o agresiones a través de la Red se instale el ordenador en un lugar común de la casa.