Agustín Arandia, padre de una menor de cuatro años en situación de transexualidad al que un Juzgado de Tolosa (Guipúzcoa) ha autorizado el cambio de nombre por otro femenino (de Luken a Lucía), reconoció ayer que ni él ni su mujer tenían ni idea sobre la transexualidad de su hija cuando ésta manifestó las primeras actitudes, ya que pensaban que solo se daba en personas adultas. "Prejuicios tenemos más los adultos que los niños", precisó.

"En infancia no lo veías. Aunque nos enteramos luego, cuando nos informamos, de que la sexualidad se fija entre los dos, tres o cuatro años. Ahí se fija, y uno ya se siente niño o niña, hombre o mujer. Y, después, a veces, tiende a dar esa confusión de orientación sexual. Eso ya viene con las hormonas y es cuando se decide si te atrae un tipo de persona u otro, hombre o mujer, pero la identidad sexual a los dos, tres, cuatro años está decidido", explicó.

Arandia afirmó que su hija, que ha pasado de llamarse Luken a ser Lucía, era una menor normal que empezó a preferir juegos y juguetes femeninos. "Entendíamos que era un juego y no había ningún impedimento, ningún problema. Pero fue curioso cuando empezó a hablar, en euskera los adjetivos son neutros; y ella se pasó muy rápidamente al castellano, sobre todo para referirse a ella misma, como guapa, alta, lo que sea. Al principio, le corregías, aunque te mosqueabas, y empezamos a pensar que detrás había algo", señaló.

Tras consultar con varias asociaciones, empezó a encajarles "el tema" por las preguntas que hacía y cómo explicaba que se sentía. Finalmente, le plantearon la posibilidad de que igual tenían "una niña con pene". "Justo le tocó el momento en que la escuela les explicaban lo que eran niños y niñas, la diferenciación entre pene y vulva. A ella algo no le encajaba y preguntó: "Yo tengo pene, ¿pero puedo ser una niña?". Hablamos y fue la conclusión", aseguró.

Arandia recordó que Lucía siempre tendía a lo que socialmente se entiende como femenino, "rosas, princesas, todo ese tipo de cosas". "Empiezas a ver el día a día y ves que es una niña más, que tiene sus inquietudes de niña, su problemática y su mundo es el que es, el cercano", concluyó.