Kenneth L. Woodward, editor de Religión en Newsweek, ofrece en su libro La fabricación de los santos (1996), alguno de los poquísimos datos económicos que han trascendido en materia de causas de santos. La madre Elizabeth Bayley Seton, cuya causa se inició en 1929 y fue canonizada en 1975, llegó a los altares por 225.000 dólares, "cifra que no incluía los pagos adicionales al Vaticano, tales como los 7.500 dólares en la reserva de quince mil asientos (para la ceremonia final), otros 12.000 dólares para la impresión de otros tantos devocionarios que se regalaban como recuerdo, más los gastos concomitantes, como los sueldos de enfermeras y acomodadores, la impresión de billetes de entrada, las flores y la confección de un enorme cuadro oficial que se colgó en la basílica de San Pedro, mostrando a la madre Seton en gloria. La cuenta llegaba, finalmente, a más de doscientos cincuenta mil dólares".

Por otro lado, y pese a su extensión, merece la pena reproducir el colorista relato de Woodward sobre las cifras de otra beatificación. "Las Hermanas del Santísimo Sacramento para los Indios y la Gente de Color me proporcionaron en 1990 el balance, lo más exacto que se pueda desear, de una beatificación; en este caso, la de su fundadora, Katharine Drexel, beatificada en 1988. Desde 1965, las hermanas han gastado, en total, 123.983 dólares en el proceso. De esta cifra, los gastos de los tres postuladores locales, en viajes, microfilmes y otras exigencias de los procesos ordinario y apostólico, sumaban 64.657 dólares. La factura del Padre Molinari (jesuita), como postulador en Roma, ascendía a 33.975 dólares, incluidos los honorarios de asesores, los viajes y la imprenta. El padre Joseph Martino, autor de la positio, ocasionó un gasto de 5.351 dólares. La ceremonia de beatificación en Roma costó más que el proceso de veintitrés años que la precedió. Las hermanas aportaron 8.296 dólares, más otros 30.587 para el viaje y alojamiento de treinta de sus miembros y un regalo adicional de 10.000 dólares "al Santo Padre para los pobres".

La archidiócesis de Filadelfia registra un gasto total de 143.000 dólares; en su mayor parte, viajes, alojamiento y otros gastos relacionados con la ceremonia. Además, las hermanas gastaron otros 90.971 dólares en servicios diversos. Pagaron 14.768 dólares a los negros y a los indígenas norteamericanos invitados a asistir a las ceremonias de Roma y de Filadelfia. Banquetes, autobuses y gastos relacionados con la celebración de Filadelfia sumaron otros 16.533 dólares. En publicidad gastaron 22.089 dólares. En resumen la beatificación de Katharine Drexel costó en total 333.250 dólares de gastos verificables".