El coruñés Manuel García, viudo de Isolina Sánchez, una de los pacientes que, según denuncia la Fiscalía, falleció por los retrasos en el tratamiento contra la hepatitis C, explicó ayer cómo vivió la angustiosa espera por los fármacos y exigió que los responsables políticos imputados abandonen por los fármacos la vida pública, según recoge eldiario.es.

"Mi mujer estuvo ocho meses esperando por los medicamentos, cuando parece ser, según dicen los médicos, que si se le hubiesen administrado a su debido tiempo, cuando se solicitaron, posiblemente hubiese salido de la enfermedad", sostiene Manuel, quien asegura que escuchar a los políticos le "pone enfermo". "Les oí hace tiempo decir que se habían ahorrado en sanidad o en farmacia 170 millones de euros. Yo no sé cuántas personas han fallecido, al igual que mi mujer, supongo que serán varias decenas. ¿Las vidas de las personas que han muerto por hepatitis C no valen los 170 millones que el PP se ha ahorrado?", denuncia.

Manuel García exige que los dos investigados por la Fiscalía, el exdirector de Asistencia Sanitaria y ahora gerente el área de Vigo, Félix Rubial, y la subdirectora xeral de Farmacia, Carolina González, "paguen" por "retrasar los medicamentos". "Tiene que pagar, sea de una forma o de otra. A mi mujer no me la van a devolver, pero sus expedientes tienen que estar manchados. Tienen que ser incluso cesados. Han dejado morir gente y no merecen estar en la sanidad pública", sentencia este coruñés.