Movimientos de padres reclamaban desde el 2015 el acceso a la vacuna contra la meningitis B y, a ser posible, su inclusión en el calendario vacunal, con financiación a cargo del sistema sanitario. No obstante, el procotolo en España establece cobertura hospitalaria, es decir, solo se administra la vacuna en hospital en casos de riesgo, a pacientes con síntomas concretos: "déficit de properdina o con deficiencias de factores terminales de complemento", individuos con "asplenia o disfunción esplénica grave", además de personas que ya sufrieron un episodio de EMI, en contacto con otros casos o personal de laboratorio que trabaja con muestras. Con perspectiva temporal, en Galicia se disparó la demanda por la preocupación de las familias; hecho que no aconteció en otras comunidades.

Los episodios graves de meningitis B ocurridos a principios de 2015 en la localidad coruñesa de Arteixo, causaron enorme alarma entre los padres con hijos pequeños. Así se explicarían las continuas reclamaciones y reivindicaciones de las familias, preocupadas ante los episodios, con víctimas mortales. Además la Asociación Española de Pediatría aconsejó la inmunización de los pequeños, por precaución, lo que causó la búsqueda de dosis en Portugal a lo largo de 2015. Los casos fueron puntuales y después la situación se calmó. No obstante, gran parte de familias decidieron comprar Bexsero por precaución.