Cristina Romero, una madre de Girona, se ha propuesto acabar con el desperdicio de alimentos en los comedores escolares, así que entregará 225.000 firmas en el Congreso en octubre para que la comida sobrante en los colegios sea entregada a centros sociales y personas necesitadas.

La campaña No al despilfarro de alimentos en comedores escolares. La comida no es basura, desarrollada en la plataforma de peticiones ciudadanas Change.org, se dirige a los Ministerios de Sanidad y de Agricultura y a las autoridades de Consumo.