Más de 2.000 personas que padecen autismo están en fase de envejecimiento y aún desconocen cómo afecta esta época de su vida a su enfermedad, según revela un informe de Autismo España, presentado ayer en la sede del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en Madrid.

Según explica el trabajo, muchas de las personas diagnosticadas con el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) son relativamente jóvenes y no han alcanzado todavía edades avanzadas. No obstante, indica que son cada vez más los pacientes que superan la mediana edad y se aproximan al envejecimiento.

La entidad solicita a la administración pública, a profesionales y a organizaciones vinculadas a personas mayores que aborden "de manera urgente" medidas que faciliten un envejecimiento de calidad a aquellas personas mayores de 40 años. Asimismo, pide que se investigue más sobre los factores que más inciden en la calidad de vida de las personas con TEA en edades avanzadas.

Para el secretario de la Junta Directiva de Autismo España, José María Sabido, existen "lagunas de conocimiento" sobre la salud de las personas mayores que presentan TEA. "Es imprescindible ampliar la investigación sobre este asunto e impulsar medidas que promuevan un envejecimiento activo de estas personas", afirmó.

Igualmente, el estudio destaca que se está registrando un incremento de los índices de mortalidad en las personas que sufren autismo. Según explica, este hecho se produce a raíz de una "infravaloración" de los diagnósticos. Es más, asegura que la insuficiencia respiratoria supone la principal causa de muerte entre los autistas y la epilepsia como principal causa de muerte prematura.

Por otro lado, pide una mayor investigación de los efectos secundarios a largo plazo de los tratamientos psicofarmacológicos que reciben algunas personas con TEA durante su vida. Igualmente, comenta que las personas con esta enfermedad presentan "muchas necesidades de apoyo" que no tiene respuesta de actualidad.