-¿Las empresas han sabido ver a tiempo los servicios que deseaban los consumidores?

-La digitalización no es una moda, los clientes la demandan. Las compañías que más éxito tienen son aquellas que son relevantes para los clientes. En España lo están haciendo muy bien, pero en los puros número el índice de la digitalización está lejos de estar donde debería. Nos tenemos que poner, no solo las grandes empresa como Telefónica, también las pequeñas porque el número de pymes es enorme y es algo que tiene que afectar a todo el tejido industrial. Conozco empresas en Galicia que lo están haciendo muy bien y me sorprende las capacidades que tenemos. A veces le damos poca publicidad al producto nacional.

-¿Cómo es posible que exista un desfase tan grande entre la implantación de la tecnología en las empresas y la investigación? Porque Samsung acaban de lograr la primera conexión 5G.

-Los ingenieros, 15 años atrás, teníamos que esperar a que la tecnología estuviera madura. El gran factor de cambio hoy es la velocidad. La velocidad a la que la tecnología nos permite hacer cosas es exponencial. Las compañías que no sean capaces de seguir esa velocidad van a desaparecer porque la tecnología no va a para de evolucionar.

-El consumidor está preocupado por la protección de sus datos, ¿cuál es el papel de la empresa?

-Es absolutamente básico y estratégico. El activo más importante que tenemos son los datos de los clientes. Es clave preservar que sea el cliente el que decida cómo quiere gestionar esa información. La compañía que no sea capaz de garantizar la seguridad de sus activos no va a ser sostenible.