Los menores que cumplen condena por maltratar a sus padres deben someterse a un curso de 50 horas enfocado a controlar su agresividad. Y no solo ellos, dentro de este curso existe un módulo específico destinado a los padres. En estas clases los progenitores aprenden, por un lado, a gestionar las crisis familiares y a resolver conflictos. Pero también hay "unidades de desistimiento", en las que se prepara a los padres para que, en aquellos casos más graves en los que el chaval no corrige su conducta, "abandonen al hijo", explica el psicólogo de Menores, Juan Luis Basanta.

En los casos de violencia doméstica, es muy habitual que los menores sean reincidentes. Para evitarlo es fundamental que los chavales cumplan a rajatabla con el curso de 50 horas para controlar su agresividad. "Si lo dejan a medias, es muy probable que repitan sus conductas agresivas hacia sus padres", explica Basanta.

Los expertos dejan claro a los progenitores que ellos no pueden resolver solos el problema y les instan a acudir a un trabajador social u otros especialistas.