La llegada del nuevo año resulta un momento perfecto para alcanzar tus objetivos porque te sentirás más animad@ a enfrentarte a ello si eres capaz de rechazar los pensamientos negativos y a ciertas situaciones que no te gustan e intentar encontrar una solución adecuada. No es imprescindible que lo cambies todo; simplemente que modifiques los hábitos que no resultan apropiados o deseas variar, y seguro que son muchos. Disfruta ese proceso de cambio y tómatelo con sentido del humor.

Es importante plantear objetivos alcanzables para evitar la frustración. También debes darte tiempo para lograrlos, porque no será fácil modificar todos tus hábitos de golpe y rápidamente. Planifica lo que vas a hacer y céntrate en lo que consideres más importante y fácil de conseguir, pues te animará a dar un paso más; a lograr el siguiente. Dejar un hábito muy arraigado (como fumar, por ejemplo) va a resultar más difícil que abandonar otro que no esté demasiado incrustado en tu vida.

Para evitar bloquearte y que todo quede en un simple deseo, es importante que focalices tus intenciones sin perder de vista que no va ser sencillo. Apóyate en tu familia y amigos para que refuercen tu decisión y te ayuden en los momentos en que te sientas más débil. Serán tus mejores aliados para superar los problemas que te encuentres en tu camino. Puede resultar necesario consultar a tu médico y seguir sus indicaciones. No dudes en hacerlo porque tiene las claves específicas para tratar tus problemas.

Uno de los objetivos más frecuentes que todos nos planteamos al empezar el año (o cada lunes), se relaciona con la dieta y la alimentación. No te sometas a dietas salvajes y consulta cualquier decisión en ese sentido. De manera general, sería recomendable:

-Adaptar la comida a tu ritmo de vida. Es el momento de cambiar tus hábitos. No tienes que comer siempre lo mismo. Aprovecha los productos de temporada y no renuncies a nada. Aunque te parezca innecesario y prefieras tu rutina, es muy enriquecedor descubrir nuevos sabores y disfrutarlos. No es el momento de contar calorías o intentar perder rápidamente los quilos acumulados durante las fiestas.

-Hidrátate todo lo posible. Como nuestro organismo es agua en una elevada proporción, la hidratación es imprescindible para mantenerlo en perfecto estado. No sólo es importante beber; también tu piel la necesita en forma de cremas adecuadas a tus características dermatológicas y las temperaturas propias de la época invernal.

A nivel de la piel consulta cual es la mejor crema, ya que existen muchas opciones en el mercado (hidratante, nutritiva, antienvejecimiento, etc.) Sea cual sea la que más te conviene, aplícala todos los días, sin olvidarte.

Bebe aunque no tengas sed. Son muchas las opciones: tomarla directamente (agua del grifo o embotellada con o sin gas), en zumos naturales (los envasados mejor sin azúcares añadidos), infusiones (con propiedades específicas), los caldos vegetales (contienen vitaminas y minerales de gran interés nutricional), caldos de carnes (ricos además en proteínas), etc.

Si viajas a un balneario consulta las posibilidades del consumo de sus aguas. Según la zona serán buenas para determinadas situaciones: cuidar el riñón, favorecer el control de la tensión, depurar el hígado, etc. No te arrepentirás.

-Diviértete con la comida. Si piensas que comer lo mismo de siempre es aburrido, ha llegado el momento de cambiar tus hábitos y no centrarte exclusivamente en lo habitual porque estás acostumbrado a hacerlo así y no disfrutarlo obsesionado por comer sano y perder peso.

Modifica la forma de prepararlo (dejar de freír y empezar a cocer) o los aditivos (cambiar la sal por el orégano) que utilizas en la cocina, pero tómalo como algo divertido, que no sea una obligación y aprende a cocinar nuevos platos.

No es necesario que hagas un curso de cocina. Fíjate en los menús que ofrecen los restaurantes, ve al mercado a conocer los productos que se venden allí, cambia el pescado que consumes habitualmente por otro, busca nuevas recetas en páginas de internet, etc.

-Consulta a tu médico. Su intervención resulta imprescindible para alcanzar tus objetivos. Si te sientes bien, puede ser el momento de plantearte una dieta para perder peso, pero bajo su control. No sigas dietas milagro que resultan nocivas para la salud y pueden provocar problemas serios relacionados con el déficit de nutrientes importantes.