La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, reiteró ayer en el Senado que no está en la agenda del Gobierno el incremento del copago farmacéutico y defendió que "aporte menos el que menos tiene", unas afirmaciones que no despejaron los interrogantes de la oposición. "Salgo con las mismas dudas que entré", le espetó el portavoz socialista, José Martínez Olmos, a una ministra que compareció por primera vez en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Senado para explicar su política sanitaria y social y que en su primera intervención no hizo mención alguna al copago. Sí se refirió en el turno de réplica después de que todos los grupos de la oposición le hayan pedido aclaraciones tras sus declaraciones en varios medios de comunicación en las que apuntó su intención de reformar el copago para los pensionistas con rentas de entre 18.000 y 100.000 euros mensuales.

La ministra inició su discurso tendiendo la mano al consenso porque "es el mejor servicio que podemos hacerle a los españoles", y terminó recogiendo "el guante" de los portavoces del PP y del PSOE para llegar a un pacto de Estado por la sanidad. En cuanto al copago, Montserrat lamentó si sus palabras "han podido ser malinterpretadas" o si no se explicó "lo suficiente", y ha reafirmado su compromiso con la solvencia y la universalidad del sistema de salud, "uno de los mejores del mundo".

La titular de Sanidad recordó que el copago se implantó hace 50 años y, desde entonces, "todos los gobiernos de todas las ideologías lo han defendido", a la vez que lo ha comparado con el de otros países europeos, en los que los ciudadanos pagan "incluso" por acudir a urgencias.

La ministra no respondió a la petición que le han hecho todos los grupos de la oposición para que derogue el decreto de reforma sanitaria que dejó sin tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares e introdujo el copago para los pensionistas. Pero sí pidió que se deje de confundir a los ciudadanos.