Los expertos aseguran que el efecto "más documentado" del cannabis sobre la salud es el "deterioro a nivel cognitivo", que incluye pérdida de memoria, sobre todo reciente, y también afecta al nivel de atención y de concentración y a la percepción, en general, que se distorsiona. En el ámbito clínico, según los especialistas, puede "asociarse" a episodios psicóticos similares a la esquizofrenia, y hay investigaciones que afirman que el cannabis puede ser "un inductor" de esta última enfermedad si se empieza a consumir de modo intenso en la adolescencia.

Además, explican diferentes expertos, el abuso de los porros puede "favorecer" otros trastornos, desde crisis de angustia a estados depresivos o psicosis. Algunos estudios incluso sostienen que empezar a consumir a edades muy tempranas "puede implicar cambios estructurales y funcionales en el propio cerebro".

Aparte, la sustancia tiene efectos sobre la vida cotidiana, en la que puede interferir. En parte eso lo mide el test de consumo de riesgo CAST (Cannabis Abuse Screening Test), cuando pregunta a los usuarios de la droga si han notado alguna repercusión en su rendimiento escolar o laboral o si ha tenido "problemas" debidos al consumo y vinculados con peleas o accidentes.

Los datos del Ministerio de Sanidad sobre admisiones a tratamiento de drogas refieren que el 95% de los menores de 18 años que se trataron por consumo de drogas en España en el año 2013 lo han hecho por problemas con el cannabis, cuyo consumo problemático está más extendido entre los chicos.