Desmontar la idea que (casi) todo el mundo tiene de que los más jóvenes son nativos digitales. Ese es el objetivo del libro Los nativos digitales no existen que ha coordinado el coruñés Javier Pedreira Wicho junto a la experta en marketing digital Susana Lluna. Wicho, uno de los creadores de Microsiervos, blog de referencia sobre ciencia y tecnología, considera que es muy necesario formar a los más jóvenes en las "mal llamadas nuevas tecnologías". El libro está bajo licencia Creative Commons, por lo que se puede compartir sin problemas. Los beneficios se destinarán al proyecto Mak3rs de Ayuda en Acción.

-Cuenta Enrique Dans en el prólogo del libro que un día al dar una clase de tecnología a jóvenes se horrorizó con el nivel tan bajo de conocimiento que tenían. ¿El futuro es tan negro?

-Si no hacemos algo sí. Te puedes encontrar con chavales que llegan a la universidad y no saben adjuntar un archivo a un correo electrónico.

-Esa era mi segunda pregunta porque otra de las autoras que participa en el libro, Anna Blázquez Abella, escribe sobre el caso de una chica de 16 años que se maneja con soltura en las redes sociales pero es incapaz de adjuntar un archivo a un email.

-Hay chavales que les mandan hacer un trabajo en la universidad en grupo y en vez de utilizar Google Docs o cualquier herramienta online para compartir contenidos se empeñan en enviarse textos de un lado para otro. Esas situaciones son las que llamamos la atención en el libro. Asumimos que saben, pero no saben.

-Escribe en la introducción del libro que nadie les ha enseñado a utilizar la tecnología. ¿Tenemos entonces ya una generación perdida?

-Probablemente. Enrique Dans lo decía en la presentación del libro en Madrid: llegamos ya muy tarde. Porque los supuestos nativos digitales, los que nacieron a partir de los noventa, ya tienen veintipico años, han terminado su carrera y no han recibido una formación, ya no digo exhaustiva, sino básica o mínima en la adquisición de estas competencias digitales.

-A parte de comprar el libro, ¿qué les diría a los padres que están leyendo esta entrevista?

-Que hay un problema del que tienen que ser conscientes: no se pueden creer que sus hijos por haber nacido rodeados de tecnología saben manejarla. Para nosotros los cacharros son tecnología, pero para los más jóvenes no, porque han crecido con ella, pero eso no quiere decir que sepan utilizarlos.

-El libro está dirigido a padres y educadores, pero ¿qué les podemos decir a los chavales? o ¿toda la responsabilidad es de los mayores?

-Debemos decirles. Pero el problema es que muchos padres no son conscientes de que tienen que decirles algo a los chavales. Igual que todos sabemos que cuando tienes un hijo, sales con él a la calle y es pequeño, le tienes que llevar de la mano, le tienes que explicar que no se cruza en rojo, le tienes que explicar que si viene un señor que no conoce a ofrecerle caramelos no debe cogerlos? Este tipo de cosas, con el mito de los nativos digitales, padres, profesores, tíos, familiares y demás han asumido que no hace falta enseñarles a los niños normas, valores o precauciones a la hora de usar las mal llamadas nuevas tecnologías. Y sí que hace falta.

-Entonces, la clave es la tutela activa en la progresiva inmersión de los hijos en internet.

-Deben acompañarlos desde muy pequeñitos. Explicarles lo que pueden encontrar. Intentar aprender con ellos que es una forma también de crear una relación. Si a los 15 años te viene tu hijo a hablar de un youtuber y no sabes lo que es un youtuber tienes un problema de comunicación con él. No quiero decir con esto que te tengas que ver todo el canal del Rubius, pero por lo menos saber quién es. Nos sorprende esa actitud de mirar a otro lado de los padres. Dicen: "si es que son nativos digitales. No pasa nada". Sí que pasa.

-Entonces, ¿les pedimos las contraseñas de sus redes?

-Sí. Si lo pillas a tiempo sí. Crear la cuenta juntos, ver qué hace, que sepa que estás ahí y desde luego que te deje seguirlo. Si se hace una cuenta de Instagram, de Twitter o de lo que sea que tú seas uno de los primeros a los que agregue. Para que puedas ver qué pasa. No se trata de controlar, sino para que sepan que te tienen al lado para cualquier cosa que haga falta.

-¿A qué edad deben tener móvil los niños?

-(Se ríe)

-Ya sé que es la pregunta del millón.

-El entorno va a afectar. Porque ahora, un niño que no tenga móvil está en cierta forma excluido. Y quizá no te va a quedar más opción porque si no tu hijo va a ser un rarito. Lo que decimos es que cada padre y cada madre son los que mejor conocen a sus hijos. Tienes que valorar a qué edad lo consideras suficientemente maduro. Pero no hay una fórmula clara.

-Sé que no es adivino, porque habría acertado el Euromillón, pero con lo que hemos hablado en esta entrevista hacia dónde vamos si no se actúa.

-Es cierto que no soy adivino. Pero creo que en esto no me voy a equivocar mucho. Si no les formamos en la adquisición de estas competencias digitales, dentro de unos años se van a encontrar con un mercado laboral donde cada vez las máquinas van a hacer más cosas y las van a pasar canutas para encontrar trabajo. Tenemos que empezar, y ya llegamos tarde, insisto, a formar a los chavales. Si no, lo van a tener muy complicado.