El Gobierno ucraniano anunció ayer que ha vendido ya casi 15.000 entradas para asistir a la edición de este año del festival de Eurovisión, cuando faltan aún casi tres meses para la final. "La venta oficial de entradas comenzó el 14 de febrero. A día de hoy, se han vendido 14.951 entradas a personas de 52 países", informó ayer Viacheslav Kirilenko, viceprimer ministro ucraniano, a medios locales.

Destacó que el 52% de las entradas se compraron en Ucrania y el resto en el extranjero, entre los que los más interesados fueron los ingleses, alemanes y, paradójicamente, rusos, que adquirieron los billetes en cuestión de unos pocos minutos.

Según la organización, la entrada más barata cuesta ocho euros, lo que permite asistir a los ensayos, mientras la más cara asciende a 500 euros y el afortunado podrá ver la gran final en el mejor lugar del Centro Internacional de Exhibiciones.

Aunque en el mercado negro, según la prensa local, se están vendiendo los boletos a unas 40.000 grivnas (más de 1.400 euros) para presenciar las semifinales del 9 y 11 de mayo, y la gran final del día 13.

Recientemente se supo que el Ayuntamiento de Kiev cerrará al tráfico varias calles del centro de la ciudad para habilitar la Villa Eurovisión, donde habrá zonas de ocio infantil y pantallas gigantes para seguir el festival.

El Centro Internacional de Exposiciones de Kiev fue elegido sede del certamen musical tras un concurso en el que derrotó, entre otras, a la histórica ciudad de Odessa (mar Negro).