El vicepresidente de la Federación Española del Tatuaje, Albert Grau Loyola, denunció ayer que las tintas homologadas en España para tatuajes son de menor calidad que las que recomienda utilizar la UE, por lo que ha pedido adaptar la ley española a los consejos europeos.

Grau critica que en España se pierde la trazabilidad de la tinta porque muchos centros tatuadores utilizan tintas usadas en Europa y que son ilegales en España. El experto señala que la legislación española "obliga a los tatuadores a incumplir la ley", porque España no sigue la resolución del Consejo Europeo y solamente permite hacer tatuajes con la tinta de dos marcas, de peor calidad y que "no son estables, no se mantienen".