La Unión de Oficiales de la Guardia Civil resaltó ayer que este cuerpo no sanciona "por tener la regla", en alusión al caso de una agente que ha pedido activar el protocolo de acoso laboral a un teniente que, denuncia, impulsó que la expedientaran por ausentarse de su puesto de vigilancia para ponerse una compresa. La denunciante asegura que estaba de vigilancia en un coche patrulla y que cuando volvió del cuarto de baño el teniente le gritó y amenazó por haber abandonado el puesto pese a que le explicó el porqué.